El desplome del consumo privado y de la inversión arrastran a España a la recesión
El desplome del consumo ha sido el gran culpable de esta situación, motivado por la destrucción de empleo y la incertidumbre existente, que ha lastrado asimismo la inversión en bienes de equipo.
Y es que, pese a que en el último trimestre la caída del consumo de los hogares fue de apenas el 2,3% (hay varios elementos desagregados de la economía nacional que han sufrido caídas de dos dígitos), conviene recordar que este elemento supone más de la mitad de la economía del país.
Más preocupante parece la caída de la inversión en bienes de equipo, que fue del 9,7% en el último trimestre. Un desplome de esta magnitud refleja la pérdida de confianza y la incertidumbre existente en este contexto global, dado que las inversiones suelen estar orientadas precisamente a su aprovechamiento y su rentabilidad futura, con lo que se tiene en cuenta mucho más la situación conjunta.
Por buscar algún punto en positivo cabe destacar la recuperación de la demanda externa, que redujo en tres puntos porcentuales su retracción de la demanda. Pero también aqui cabe encontrar una causa no muy optimista, y es que ello fue consecuencia una vez más de la caída del consumo, con unas importaciones que se contrajeron un 13,2% en el último trimestre, mientras que las exportaciones 'sólo' se redujeron en un 7,9%. Este fuerte retroceso de las compras del exterior tiene que ver, según Vegara, con la fuerte dependencia del exterior.
Y es que, mientras en las épocas de fuerte crecimiento, las importaciones fueron las más beneficiadas de esta situación, es también ahora en las vacas flacas cuando este elemento se ve más afectado, relacionado ello precisamente una vez más con el desplome del consumo privado.
Arrastre de la construcción
Y en lo que al empleo se refiere, la crisis de la construcción se ha llevado por delante en el último año a uno de cada cinco trabajadores de forma oficial. Y es que en el último año la aportación de este sector al PIB ha caído en más de tres puntos, de forma que en el último cuatrimestre del año la construcción representaba el 14,6% de la economía, frente al 17,9% que suponía en 2007.
Con estas mimbres, Vegara incidió ayer, al igual que ha venido haciendo el vicepresidente Pedro Solbes en las últimas fechas, en el reequilibrio que se está produciendo en el patrón de crecimiento.
El secretario de Estado descartó asimismo que se pueda producir una situación de crisis en forma de "L" (con un periodo prolongado mostró su convencimiento de que, tras un proceso de ajuste, tanto la economía española como la europea recuperarán tasas de crecimiento positivas en los próximos meses. Y en este sentido, advirtió de que las medidas adoptadas por el Gobierno deben contribuir a ello.
Vegara también admitió que es difícil que la situación mejore "sustancialmente" en el 2009, y apunto que en la actualidad existe un nivel de incertidumbre muy notable.
Además, Vegara advirtió de que el gobierno no se interpondrá en la negociación de los acuerdos de negociación colectiva, ya que es una relación "bipartita" entre la patronal y los trabajadores. Eso sí, Vegara aseguró que "ambos tendrán en cuenta la situación" económica actual, así como elementos como la caída de la infflación.
De hecho, Vegara recordó que en otros momentos "se han tomado decisiones que han ayudado a la creación de empleo".