El candidato de Hizbulá consigue el apoyo suficiente para ser primer ministro libanés

El multimillonario libanés Nayik Mikati, apoyado por varios grupos políticos, incluido Hizbulá, ha conseguido el respaldo parlamentario suficiente para convertirse en primer ministro, informaron a Efe fuentes de la Presidencia. La información fue dada a conocer poco después de que concluyeran las consultas políticas que mantuvo desde ayer el presidente Michel Suleiman para buscar un reemplazo al moderado Saad Hariri como jefe de gobierno.
Según las mismas fuentes, Mikati, que fue primer ministro en el 2005, cuenta con el apoyo de 68 diputados, mientras que Hariri, que también se había postulado para seguir ocupando el puesto, sólo ha logrado 60. Aún está pendiente un anuncio formal del presidente Suleiman confirmando que ha designado a Mikati para formar gobierno. El nuevo primer ministro debe recibir el apoyo del Parlamento a la lista de integrantes de su gabinete que presente en los próximos días.
Teniendo en cuenta el apoyo recibido por Mikati, la coalición que llevó al poder a Hariri, que contaba con 71 de los 128 escaños del Parlamento, pasa ahora a la oposición, mientras que la alianza encabezada por Hizbulá llega a controlar el poder. Ello se ha debido al cambio de posición del grupo parlamentario del líder druso Walid Yumblat y de algunos diputados que obtuvieron su escaño presentándose en las listas de Hariri, incluido el mismo Mikati, que ahora han cambiado su lealtades políticas.
La posibilidad de que Mikati se convirtiera en nuevo primer ministro libanés ha desatado desde ayer por la tarde una serie de protestas en Beirut y en otros puntos del país, que han incluido el corte de importantes vías de comunicación. Entre las carreteras cortadas figura la que comunica a la capital con el aeropuerto y la que enlaza Beirut con el sur del país, según informes de emisoras de radio y televisión. Hay manifestaciones similares en la ciudad norteña de Trípoli y en otras localidades.
También ha sido cortada con neumáticos quemados la ruta que conduce a Damasco, en la región de Barr Elias. "No queremos estar bajo dominio persa", dicen algunos de los manifestantes, en alusión al apoyo prestado por la pro iraní Hizbulá a Mikati.
La crisis actual se desató el pasado 12 de enero con la renuncia de los ministros de la oposición que integraban el Gobierno de unidad encabezado por Hariri, al no ser atendida su petición para que el Líbano desestimara los trabajos de un tribunal especial apoyado por la ONU que investiga el asesinato de Rafic Hariri.
El asesinato de Hariri, padre del jefe de Gobierno saliente y una de las principales figuras políticas del país, marcó la reciente historia del Líbano y sigue generando tensiones porque no se han identificado a los autores del crimen. Informaciones previas filtradas sobre estas investigaciones apuntan a la posibilidad de que en el crimen hayan participado militantes de Hizbulá, pero este grupo ha negado cualquier vinculación y cree que Israel puede estar detrás de ese crimen.