Cannes abre su festival con una película de animación
El Festival de Cannes ha quedado oficialmente inaugurado con un decepcionante despliegue de glamour en su alfombra roja pero una impecable muestra de cine de calidad llamada Up, que no ha traído estrellas porque basa su genialidad en la animación tridimensional. Poco glamour de Hollywood ha paseado por Cannes en su ceremonia de inauguración, presentada por el actor Édouard Baer y en la que el brillo digital de Disney y Pixar pudo con el desembarco de estrellas locales como Charles Aznavour, Jean Rochefort y la presidenta del jurado, Isabelle Huppert.
A la espera de que acudan en los próximos días Brad Pitt y Penélope Cruz -ya confirmados- sólo la gélida Tilda Swinton ha dejado cierto sabor a esa sofisticación intelectual pero "chic" que tanto gusta en este certamen, que hace malabarismos para combinar la industria y el arte más que nunca en medio de la crisis económica.
Claude Lelouch, Agnès Varda -la que resumiera el espíritu del festival en la expresión "tan refinado y tan vulgar"- y Giovanni Ribisi han sido otras de las personalidades que han querido iluminar la apertura de la gran fiesta del cine, además de Robin Wright, miembro del equipo de Huppert para decidir quién ganará la Palma de Oro.
Los organizadores, en cualquier caso, sonreían ya por el alto nivel de satisfacción que ha generado la proyección ante la prensa de Up, arriesgada decisión por parte del festival de Cannes, marcado habitualmente por el cine de autor y el contenido altamente intelectual.