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La República Centroafricana, la víctima más vulnerable de la crisis económica mundial

MSF ha abierto cuatro centros nutricionales en menos de un mes en las localidades de Carnot, Boda, Nola y Gandoula. También, se ha producido la apertura de varios ambulatorios en diversos pueblos de la región.

A día de hoy, MSF ha atendido en sus programas a más de 1.800 niños, muchos de ellos con desnutrición aguda severa. De ellos, un alto porcentaje han tenido que ser hospitalizados. "Es difícil encontrar a un paciente que esté solamente desnutrido, pues muchos llegan aquí con otras enfermedades y en un estado tremendamente grave. Hay muchos casos de malaria, diarrea, tuberculosis o SIDA y esto complica sobremanera el delicado estado de los niños", explica Clara Delacre, coordinadora de MSF en Nola.

"Varios elementos pueden explicar esta situación, uno de ellos es la crisis que atraviesa el sector de los diamantes, el principal sustento de gran parte de la población de la zona.", explica Delacre. La crisis ha dejado a muchos hombres que trabajaban en las minas sin trabajo y sin ingresos. Además, muchos de los comercios de compra-venta de diamantes y oro han tenido que cerrar en los últimos meses. La crisis económica, sin embargo, sólo es un factor coyuntural que se ha sumado a las dificultades crónicas de la región: una dieta muy pobre basada en la mandioca, la falta de acceso a la salud de gran parte de la población y el hecho de encontranos en plena estación de lluvias, lo que aumenta el riesgo de padecer malarias u otras enfermedades.

En la región, la dieta común es muy pobre ya que se basa casi exclusivamente en un tubérculo llamado mandioca. La carne se ha convertido en un producto tan dificil de encontrar como los diamantes. Según cuentan los habitantes de la zona, el problema empezó cuando grupos de bandidos comenzaron a amenazar a los ganaderos y tuvieron que huir a Camerún.

Otro factor desencadenante de la crisis es la falta de acceso a la salud. Los servicios médicos y las medicinas son de pago, lo que en la práctica los deja fuera del alcance la mayoría. Un problema que se ha visto agravado con la reciente caída de ingresos de muchas familias.

"MSF ha venido aquí para responder a la emergencia tratando a los casos más severos. La crisis de los diamantes ha sido el detonante que ha llevado a esta situación, pero hay problemas de fondo que requerirán una respuesta más amplia", comenta Delacre.

MSF trabaja en la República Centroafricana desde 1997. En la actualidad, la organización médico humanitaria lleva proyectos de asistencia a poblaciones afectadas por la violencia en todo el noroeste del país, en Kabo, Batangafo, Boguila, Markounda, Paoua y Bocamanga.

Encontrará más información en la web de MSF

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