Rafael Amargo vuelve a su esencia en busca del duende de Lorca
Nueve bailarines, doce músicos en directo y el cantante y guitarrista Manuel Molina rodean a Rafael Amargo en su nuevo espectáculo, La difícil sencillez, que estrena este jueves la nueva temporada de los Teatros del Canal de Madrid y estará en cartel hasta el próximo 20 de septiembre.
Basado en una conferencia pronunciada por el poeta granadino Federico García Lorca en Buenos Aires y La Habana en 1933, Juego y teoría del duende, el bailarín y coreógrafo español vuelve a sus raíces con el flamenco más austero de la mano de la directora escénica Pilar Távora.
Precisamente fue en la capital argentina donde ambos concibieron y dieron forma a un espectáculo "de gran factura" y "difícil interpretación" debido a la falta de dramaturgia, según afirma el propio Amargo.
Tras dos años y medio sin presentarse en los escenarios madrileños, "donde la gente te ve con cuatro o seis ojos por lo que hay que venir con el espectáculo muy limpio", confiesa el artista; Amargo vuelve con "la alegría y satisfacción de ver que estoy renovado, valiente y más guerrero que nunca".
Vuelta a las raíces
El bailarín y coreógrafo afirma que para esta obra "hay una evolución artística y un cambio grande en lo personal" y revela emocionado cómo su vida misma le ha llevado a volver a sus raíces y reencontrarse con el flamenco más sobrio: "Como decía la conferencia de Lorca, hay que llegar al vértigo, a la herida y al límite y yo toqué fondo con muchas cosas porque fui un artista muy precoz".
Para Amargo el duende, esa magia presente "en todas las artes" es algo "con lo que uno nace y luego se lo hace". El artista recuerda que con 13 años ya había firmado su primer contrato profesional y con 21 realizaba cien "bolos" al año con su propia compañía. "La gente que corre mucho en su vida tiene un camino de rosas y espinas. Ahora es el momento de hacer esto, el momento de volver a la esencia de la mano de Pilar y de contar lo que uno sabe. Me considero flamenco y lorquiano por los cuatro sentidos".
La verdad de Lorca
La directora de escena de La difícil sencillez avisa del Amargo con el que se va a encontrar el público madrileño: "Va a bailar de una forma distinta de la que conocéis, trae dentro a una Andalucía que está empezando a sentir y querer de otra manera".
Távora encuentra en las palabras de Lorca la mejor definición de la obra: "El teatro es poesía que se hace humano, sin ello, si no hay emoción que transmitir, el teatro no tiene ningún sentido". La directora afirma que el espectáculo habla de todo lo que el poeta granadino cuenta en su ponencia: "Lorca dice que el duende sólo aparece si quiere, pero sólo en los límites, en el borde de la vida, en la sangre, y para mí la sangre es Andalucía, es mi pueblo, mi gente, mi patria".
"Se habla mucho de la muerte y del arte sin intentar engañar al espectador, el espectáculo puede ser bueno o malo pero está la verdad de Amargo, mi verdad y, por encima de todo, la verdad de Lorca", añade Távora.
Con el diseño de vestuario de Francis Montesinos, la música de José Luis Montón y la participación especial del cantaor Manuel Molina, La difícil sencillez se presenta en Madrid con el aliciente de conocer al "renovado" Rafael Amargo tras su paso en julio por el festival valenciano Sagunt a Escena en lo que significó su reencuentro con el flamenco más austero.