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Dos detenidos y tres empresas investigadas por explotar a temporeros en condiciones infrahumanas en el Bajo Cinca

Las víctimas, cerca de 200 trabajadores extranjeros con permisos legales, vivían hacinadas en alojamientos insalubres durante la campaña frutícola

Guardia Civil ha detenido a dos personas en Huesca por explotación laboral
Guardia Civil ha detenido a dos personas en Huesca por explotación laboral

La Guardia Civil ha detenido a dos personas e investigado a otra más, así como a tres empresas frutícolas del Bajo Cinca (Huesca) y tres empresas de trabajo temporal (ETT) con sedes en Castellón, Barcelona y Madrid, por tener a cerca de 200 trabajadores agrícolas en condiciones laborales y de alojamiento extremadamente precarias durante la campaña de recogida de fruta.

Viviendas con riesgo de derrumbe y hacinamiento

La investigación comenzó a principios de mes, tras recibir tres denuncias que alertaban sobre la situación en dos domicilios de Candasnos y una finca situada en un antiguo establecimiento hostelero de la comarca. En estos lugares residían trabajadores extranjeros en situación legal, en condiciones que vulneraban sus derechos laborales y humanos.

Los agentes comprobaron que en las viviendas de Candasnos vivían unas 50 personas, entre ellas dos familias con menores, en edificios con riesgo de derrumbe. A su vez, 147 personas más residían hacinadas en la finca mencionada, sin canalización de aguas fecales, con una precaria instalación eléctrica y riesgo evidente de incendio. Además, se estaban realizando obras ilegales para ampliar el número de habitaciones sin ningún tipo de autorización.

Contratados legalmente, explotados en destino

Los temporeros contaban con autorización de residencia y trabajo temporal por migración circular, gestionada a través del sistema GECCO, que depende del Ministerio de Migraciones. Habían sido contratados desde su país de origen por empresas de trabajo temporal para la recogida de fruta, pero al llegar a España se encontraron con una realidad muy distinta.

Una de las empresas implicadas retiraba parte del salario de los trabajadores en concepto de alojamiento, transporte y otros servicios, e incluso imponía condiciones abusivas, como el pago diferido del billete de avión para volver a su país.

Vinculación directa con los propietarios de los inmuebles

Durante la investigación, la Guardia Civil detectó que el propietario de los inmuebles tenía vínculos directos con las empresas frutícolas y las ETT implicadas, con el objetivo de obtener beneficio económico a través del alojamiento de los trabajadores.

Ante la gravedad de la situación, y con la colaboración de los Servicios Sociales y el Ayuntamiento de Candasnos, parte de los temporeros fueron realojados por una de las empresas afectadas, mientras el resto quedó bajo la responsabilidad de una de las compañías frutícolas.

Operación coordinada con varios organismos

La operación ha sido liderada por la Compañía de la Guardia Civil de Fraga y está dirigida por el Juzgado de Instrucción nº 2 de Fraga (Huesca). Ha contado con la colaboración de:

  • Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Huesca
  • Servicios Sociales del Bajo Cinca
  • Ayuntamiento de Candasnos
  • Protección Civil del Bajo Cinca
  • Cruz Roja

La investigación sigue abierta y no se descartan nuevas actuaciones contra otras empresas o personas implicadas en este grave caso de explotación laboral y vulneración de derechos fundamentales.

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