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Antonio Machón se adentra en el universo de la creatividad infantil con 'Los dibujos de los niños'

El galerista Antonio Machón presentó su libro este lunes en el Museo Thyssen, en un acto en el que estuvieron presentes amigos del autor, como el artista Luis Gordillo, a quien le une una profunda y larga amistad, o Miguel Fernández Cid, escritor y crítico de arte. Los dibujos de los niños es un amplio tratado científico compuesto por miles de dibujos recopilados a lo largo de años y que constituyen un auténtico estudio sobre la creatividad.

Uno de los grandes valores de la obra de Antonio Machón es su doble enfoque, artístico y científico, una visión que se corresponde con el amor al arte de su autor y con su deseo de explorar el crecimiento de los niños en el campo visual. "Este libro se convertirá pronto en un clásico al que podrán asomarse quines quieran entender los modos en que los pequeños llegan a simbolizar gráficamente su experiencia", considera Elliot W. Eisner, profesor de la Universidad de Stanford.

El secreto de los educadores

Antonio Machón, quien afirma que el secreto de los educadores debe ser combinar la creatividad y el aprendizaje, se dedica a estudiar los dibujos infantiles desde hace más de tres décadas, un tiempo que resume en la frase: "No cabe experiencia más apasionante que ver dibujar a un niño pequeño". "Verlos dibujar es ver su pensamiento de acción, asistir al nacimiento de su inteligencia y su personalidad", explica.

En opinión del autor, el desarrollo gráfico en estas tempranas edades responde al despliegue de un programa genético en el que "poco puede hacer el adulto", salvo conocer y permanecer atento a esos procesos y proporcionar al niño el ambiente favorable y los escasos medios que necesita para que tengan lugar.

Grandes nombres del mundo de la pintura han hecho referencia al dibujo infantil como muestra de inspiración; así, Picasso, quien presumía de pintar "como Rafael siendo un niño", afirmaba que "sólo después de muchos años" había podido llegar a pintar como los más pequeños. Por su parte, Paul Gauguin vivía obsesionado con crear un "arte simple", un arte en el que la única preocupación fuera "reproducir, tal y como lo haría un niño", las concepciones de su mente.

A diferencia de la mayoría de estudios publicados sobre este tema en el campo de la psicología, Machón advierte de que Los dibujos de los niños "no es una obra intuitiva". Por ello, se desvincula de numerosos psicólogos que centraron su estudio en la edad de los 5-6 años, momento en el que los pequeños ya se encuentran en plena representación figurativa, y por ello olvidando los primeros años de su vida, "los más densos y determinantes para el desarrollo gráfico y personal del individuo".

El libro está dirigido a psicólogos y educadores infantiles, pero también a estudiosos de la creatividad y muy especialmente a los padres de nuestros días. Además de publicar este tratado, Antonio Machón acaba de inaugurar en su galería madrileña una exposición sobre la infancia y la madurez del arte, "Obras de una colección. Abstracción, informalismo y pop".