El FMI asegura que lo peor de la crisis se ha superado en EEUU, pero la recuperación será lenta
El FMI considera que, tras la grave situación de finales del año pasado, "la combinación de un estímulo macroeconómico de enormes proporciones y una intervención a gran escala en los mercados financieros comenzó a estabilizar la situación financiera y económica".
En febrero, el Gobierno estadounidense aprobó un plan de estímulo económico de 787.000 millones de dólares, superior al 5% del PIB.
La actividad económica en EEUU "continúa debilitada" y las condiciones financieras "siguen presentando cierta tensión", según el Fondo, que considera que estas tensiones frenarán la inversión y, sumadas a los efectos del aumento del desempleo y la caída de los precios de la vivienda, "también el consumo".
Además, augura que las perspectivas de crecimiento de los socios comerciales de EEUU continuarán limitadas, lo que restringirá las exportaciones.
A medio plazo, uno de los principales desafíos del Gobierno estadounidense será diseñar estrategias de salida para retirar gradualmente las medidas que apuntalaron el sistema financiero y el estímulo extraordinario de la política monetaria, según el FMI.
A largo plazo, añade, se deben corregir las deficiencias de los mecanismos de supervisión y regulación financieras que posibilitaron la crisis actual, estabilizar las finanzas públicas y hacer frente a un contexto de aumento de los ahorros y crecimiento más lento.
Medidas macroeconómicas
En su análisis, los directores del Fondo elogiaron las medidas adoptadas por el Gobierno del presidente Barack Obama para contener la crisis.
"Como resultado de las medidas de política macroeconómica cada vez más amplias y contundentes, la fuerte caída de la economía parece estar llegando a su fin y se ha fortalecido la confianza en la estabilidad económica", sostienen.
Pese a ello, dado que persisten las grandes presiones financieras, "cabe esperar que la recuperación sea paulatina", opinaron.
El crecimiento potencial, alerta el FMI, podría mantenerse "muy por debajo" de las tendencias anteriores durante un periodo considerable.
Una cuestión en la que el Fondo hizo hincapié es, dado el aumento de la deuda pública en los años venideros para afrontar la crisis, la necesidad de una "ambiciosa consolidación fiscal a medio plazo" para garantizar la sostenibilidad.
Reforma sanitaria
En este sentido, los expertos del FMI lanzaron un capote al Gobierno de Obama, que hace de la reforma sanitaria una de sus grandes prioridades legislativas.
Uno de los argumentos que emplea la Administración estadounidense para esa reforma es el fuerte aumento de los costes médicos, que representan una buena parte del gasto público.
El Fondo se muestra de acuerdo y asegura que "resolver el aumento vertiginoso del coste de las prestaciones obligatorias constituye el reto fundamental a medio plazo".
Los directores del FMI hicieron hincapié en que la reforma definitiva deberá incluir "medidas sustanciales para reducir los costes de atención de la salud a largo plazo, al tiempo que se procura mantener la neutralidad presupuestaria a corto plazo".