La inseguridad normativa es uno de los principales riesgos empresariales

En los últimos cinco años, la sociedad ha hecho frente a una pandemia mundial, a una fuerte crisis de inflación y a nuevos conflictos geopolíticos, lo que ha afectado de manera directa a las empresas y a los mercados.
A ello se suma la transformación tecnológica experimentada, con el auge de herramientas con la Inteligencia Artificial (IA), que están cambiando la forma de trabajar.
En este escenario volátil en el que los cambios no hacen más que sucederse, las empresas destacan la incertidumbre provocada por la inseguridad normativa como uno de los principales riesgos que están afrontando. Riesgo que, en muchos casos, está limitando su crecimiento.
Las empresas están a la defensiva
La economía y las empresas requieren estabilidad para crecer. Estabilidad a nivel normativo, pero también a nivel geopolítico, y esto no se está dando en los últimos años.
Después de la pandemia y una vez superado lo peor de la crisis inflacionista, todo parecía volver a la normalidad, hasta que Trump declaró su guerra comercial contra el resto del mundo.
Los aranceles han pasado de ser una preocupación secundaria a ser uno de los focos de interés para las empresas. Tal y como refleja el informe Global Risk Landscape 2025, elaborado por BDO, el 35 % de las empresas encuestadas perciben que la inseguridad normativa es uno de los grandes riesgos de este momento.
No se trata solo de que Estados Unidos haya subido los aranceles, es que Trump actúa de manera imprevisible. Mientras que tiene muchos de los aranceles anunciados suspendidos para renegociar acuerdos comerciales con los países afectados, sube los aranceles para el acero y el aluminio del 25 % al 50 % de una semana para otra.
Esto hace que las empresas estén a la defensiva ante este tipo de riesgos, porque saben que se encuentran en un escenario con un alto nivel de incertidumbre.
De hecho, el 79 % de los líderes empresariales consideran que incorporar una mentalidad de gestión del riesgo en su cultura empresarial es una prioridad que hay que abordar lo antes posible.
Sin embargo, tan solo un 7 % de las empresas están predispuestas a afrontar los riesgos. El resto necesitan adoptar una actitud proactiva que les permita asumir esos riesgos, e incluso encontrar en ellos una oportunidad para diferenciarse de la competencia y crecer.
Riesgos más allá de la incertidumbre normativa
Las empresas están en un momento en el que tienen claro que las normas pueden cambiar rápidamente y necesitan adaptarse para cumplir con la legislación. Pero no es este el único riesgo que enfrentan.
Uno de los más destacados por las organizaciones encuestadas está relacionado con las cadenas de suministro, que en los últimos años han sufrido importantes desajustes: la dificultad para navegar por el Mar Rojo por los ataques de los hutíes a los buques, la subida de los fletes, el incremento de precio de las materias primas, etc.
La gestión del personal también supone riesgos importantes. Uno de los más evidentes es que existe una importante brecha entre lo que las compañías necesitan y la formación de los trabajadores. El rápido avance tecnológico de los últimos años ha hecho que no haya mucha gente preparada para usar de forma efectiva las herramientas de última generación. Esto está provocando una guerra por el talento que dificulta la retención de los empleados más capacitados.
Las tensiones geopolíticas ocupan este año la cuarta posición y después se sitúa la preocupación por los criterios medioambientales que deben cumplir las empresas para evitar multas.
El sexto lugar es para los ciberataques. Aunque este tema pierde algo de peso con respecto a encuestas de años anteriores, continúa siendo una preocupación importante para las empresas, porque los ataques de hackers no solo implican una pérdida económica directa, sino que pueden afectar de manera negativa a la reputación de la compañía. De hecho, aunque puede haber un poco menos de preocupación por los ciberataques, estos no han dejado de aumentar. En lo que va de año, importantes marcas de moda como Victoria's Secret o Dior han sufrido injerencias no autorizadas en sus bases de datos.
El incremento de la competencia y los cambios tecnológicos cierran la lista de los riesgos que más temen enfrentar las compañías.