Yolanda Flores: "Me fastidia que me llamen presentadora"
-¿Cómo está resultando esta experiencia en las tardes de RNE?
-Dura, como todo cuando le pones mucha entrega y eres muy perfeccionista y quieres que salga todo bien le tienes que echar muchas horas. Pero fascinante, yo me lo paso muy bien.
-¿El listón estaba muy alto o es algo que se pone cada uno?
-Cada uno hace el programa que cree que tiene que hacer. Yo tengo mi estilo, mi personalidad y no hago las cosas en función del listón del anterior o poniendo el listón más alto al que vaya a venir después. Esta es una profesión en la que hay que tener siempre la maleta preparada, no es eterno, vas cambiando. Me fijo en mí, en lo que tengo que hacer.
-Dicen que en la radio lo que más se necesita es tiempo para consolidar un espacio...
-Para un programa y para todo en la vida. Tú no puedes gustar a todo el mundo y haces las cosas en función de lo que tú crees, la profesionalidad, la honestidad... Evidentemente está después la audiencia, que es la que te marca las cosas y en función de eso trabajas. Yo llevaba 14 años haciendo un programa de cine y empecé con algunas modificaciones pero con muy pocos cambios respecto al principio. Fue evolucionando para bien y también era cuestión de tiempo, como este.
-Usted está intentando que la escuchen tanto mayores como jóvenes, para los que creó su propia sección, pero ¿cree realmente que los jóvenes escuchan hoy en día la radio?
-Creo que los jóvenes no escuchan la radio en directo, mientras lo estoy haciendo. Lo que funcionan muy bien son los postcast (archivos de audio). Cuando pido llamadas de teléfono para algún tema, como el concurso de "La reMovida", para buscar un nuevo talento musical, se nos ha caído la red social, hemos recibido más de 160 vídeos de gente muy joven. Además los jóvenes son muy selectivos, pero yo también soy joven. Además, mi programa puede gustar o no pero desde luego no te vas a aburrir con él.
-Tres horas en radio, ¿son muchas o demasiadas?
-Los que lo ven de fuera dicen "madre mía, tres horas todos los días" pero yo todos los días me las veo y me las deseo para intentar contar todo lo que quiero. A mí se me pasan volando, quizás porque le pongo mucha pasión, como mi equipo. Tenemos la suerte de trabajar en algo que nos gusta.
-¿En los magazines de RNE se siente tanto la presión que dicen sufren los informativos?
-El programa incluye desde la parte más política social, que puede entenderse como un informativo, a temas sociales con menos presión política y luego el puro entretenimiento. Yo soy periodista, puedo hacer un magazine o un informativo, y he hecho tertulias políticas, como las puede haber en mi espacio. No tengo ningún tipo de presión, ni nadie me marca ningún tema ni me dicen por donde tengo que ir. Yo hago radio, que es lo que he hecho siempre y estoy en RNE. Sé lo que es la privada y la pública, pero yo sigo siendo yo ahora, antes y siempre, venga quien venga. Cuando una hace la radio como yo, con rigor, profesionalidad y criterio y tratando de ser objetivo no tengo ningún tipo de presión. Sería la primera que no la consentiría.
-¿Se considera por tanto periodista antes que presentadora?
-Hay muy poca gente que me diga presentadora. Soy periodista desde que me levanto hasta que me acuesto, lo llevo en las venas. Presento un programa y hago informaciones, pero el periodismo es todo, como cuando estaba empezando hacía otra cosa. Me fastidia que me llamen presentadora. El periodismo es algo que hay que reivindicar.
-De cara a la próxima temporada, y teniendo en cuenta que la actual está a punto de expirar, ¿ha pensado ya en cambios?
-Alguno vamos a hacer, pero de algún contenido del programa que haya funcionado un poco peor, pero la verdad es que me gustaría incluso tener más tiempo para mantenerlo. Van a ser secciones muy puntuales, por lo que no voy a cambiar mucho.
-¿Se apuntaría a la polémica o el morbo para ganar oyentes?
-El morbo y la polémica lo sé hacer, porque ya lo he hecho, y sé también cómo conseguir más audiencia, pero también sé quién soy y dónde estoy. Fundamentalmente lo primero, y como sé cómo soy yo prefiero alejarme de esas cosas, ser coherente con lo que hago y apencar con ello. No quiero polémica por polémica, ni morbo por morbo, ni sacar las cosas de madre, porque no me gusta.
-¿Considera entonces que el "todo vale" es más propio de la televisión?
-En la radio también existe. Soy una consumidora de radio, tengo amigos en otros programas y creo que hay audiencia para todo el mundo y por eso en otras emisoras sacan otros temas bien porque les viene mejor o porque es su forma de entender la radio. Pienso que cada uno puede hacer lo que quiera, mientras crea que es lo que debe hacer. Seguro que lo hacen con el mismo rigor y las mismas ganas que nosotros.
-Como buena consumidora de radio, ¿envidia algo de cualquier otro espacio?
-sólo envidio la felicidad y la calidad de vida. De mis compañeros lo único que envidio es cuando consiguen una entrevista que yo no he podido tener, o hacen una buena pregunta y pienso que por qué no se me habría ocurrido a mí. Tú tienes que hacer lo que haces, bien o mal. He aprendido con los mejores y todos me dijeron una cosa: "Sé tú misma". Tomo modelos de los demás, pero no por imitarles, sino por enriquecerme.
-La veo tan contenta en la radio que parece que no echa de menos nada de la televisión...
-En estos últimos años me han ofrecido volver a la televisión, y ahora también, pero este programa requiere muchas horas y mucho esfuerzo. Ha habido veces que sí he podido hacer radio y tv a la vez, incluso he escrito en prensa, pero ahora esta nave que tengo que llevar requiere todo mi esfuerzo. La televisión es un medio que me gusta mucho y en el que me muevo bien, pero en estos momentos dedico muchas horas a la radio y también necesito calidad de vida, estar con mi familia y con mis amigos y vivir un poco. No todo consiste en trabajar.
-¿Ahora mismo cree que se hace mejor radio que televisión?
-Creo que la televisión que se hace en nuestro país es muy buena y que hay buenísimos profesionales en ambos medios. La TV está llevada por gente que sabe y la radio también. Cuando viajo fuera me doy cuenta que lo nuestro, en los dos medios, está muy bien.