Brillante estreno en el Teatro de la Zarzuela: El Gato Montés

Desde el viernes 17 de febrero al 11 de marzo, esta ópera del Maestro Penella se podrá admirar y aplaudir en Madrid. Cuentan que su autor, el día del estreno en su Valencia natal, fue llevado a hombros del Teatro Principal hasta su domicilio, igual que los grandes espadas después de una tarde de triunfo. Los aficionados al género lírico hemos vuelto a repetir este gesto con el corazón, en homenaje al compositor y libretista de una gran obra que, injustamente, no había vuelto a los escenarios desde el año 92.
Una obra que sólo se ha grabado una vez, eso sí, con unas voces y una dirección de lujo, precisamente con ocasión de esa última puesta en escena a que nos acabábamos de referir. Ahora sería el momento de dejar otra grabación para la historia, con esta nueva producción del teatro de la Zarzuela: dos espléndidos repartos, la orquesta de la Comunidad de Madrid bajo la batuta de Cristóbal Soler y Oliver Díaz, el coro titular del Teatro con Antonio Fauró y los Pequeños Cantores de la JORCAM, que por cierto suenan de maravilla y no es fácil conseguir un coro de niños tan afinado, felicitaciones también a su directora, Ana González. Nos encantaría que se realizara una grabación en sus dos versiones, audio y DVD, puesto que la técnica actual permite recordar la obra en su integridad, música e imagen, y para ello, la escenografía espectacular a cargo de Francisco Leal y la coreografía de Cristina Hoyos son dos méritos añadidos a este Gato Montés de 2012.
Además del célebre dúo y del pasodoble popularísimo, la obra cuenta con tantos otros números de gran altura musical: destacamos especialmente la oración “Señó, que no me farte er való”, breve y bellísima en su brevedad, precisamente por reflejar el momento en que el torero va a enfrentarse inmediatamente con el toro, y por tanto, esos minutos de recogimiento no suelen ser muy largos en la realidad. Otros fragmentos, muchos de ellos inspirados en la música popular andaluza, como el “Garrotín gitano” y la seguidilla; cantos profundos y apasionados: “No quieras nunca a un torero”, que entona Soleá, y la confesión “Cómo se pué orviá un queré” de Juanillo el Gato, son piezas de gran interés.
El ambiente de la obra y el destino que se cumple de forma implacable, el fatum griego, nos llevan inevitablemente a pensar en “Carmen”, con la cual comparte varios puntos en común. El trío protagonista de El Gato Montés, Rafael el torero, Soleá la gitana, y Juan El Gato, recuerdan a Don José el brigadier, a Carmen la gitana y a Escamillo, el torero triunfador. En ambas, la figura de la gitana: amores recientes o pasados con ambos hombres, causa de la tragedia en las dos. En ambas, el destino fatal contra el que no vale rebelarse: Carmen consulta las cartas que “siempre son sinceras”, y en El Gato Montés, una Gitana, un cuarto personaje, lee la mano de Rafael, en ella ve que morirá en la plaza por la cornada de un toro. El Gato Montés, el bandolero que se ha echado al monte por matar a un hombre en defensa de Soleá, es el rival de Rafael, y los dos mantienen una pelea que termina con una tremenda amenaza: si a Rafael no le mata el toro, lo matará él. Escamillo, buscando a Carmen entre los bandoleros en el monte, encuentra a Don José, enfrentándose ambos en una pelea “a golpe de navaja” que no decide quién es el vencedor final, será la corrida la que dé la suerte a uno de los dos: si Escamillo triunfa, Carmen se quedará con él. Cuando Don José intenta convencer a Carmen de que no lo deje, los asistentes a la corrida aclaman al matador, el destino se cumple con la muerte de Carmen a manos de Don José, y en El Gato Montés, la corrida es también el instrumento del destino: Rafael sufre una fatal cogida que le hace expirar poco después, Soleá muere de pena, y Juanillo el Gato, ante el cadáver de la mujer, pide a uno de los suyos que le dispare un tiro. Las dos óperas tienen como marco Sevilla, la serranía y la plaza de toros, en las dos intervienen los niños, jugando a los soldados en Carmen, y cantando con la Gitana en el Gato.
El Gato Montés, una magnífica obra para unos magníficos cantantes: voces de gran peso y experiencia (Ángeles Blancas, Milagros Martín, Marifé Nogales, Ricardo Bernal, Ángel Ódena, José Julián Frontal, Luis Cansino o Enrique Baquerizo), junto a otras que escuchamos por primera vez en una obra completa, en este escenario de la Zarzuela, Andeka Gorrotxategui y Saioa Hernández, a los que veremos muchas veces y no nos vamos a equivocar, por sus grandes facultades y su línea de canto. La dirección escénica corre a cargo de Juan Carlos Plaza.
María Teresa García Hernández