Última hora

Andreu Buenafuente: "Estos ministros nos pueden cabrear, pero no desanimar"

-En el último Festival de Vitoria salió diciendo cuando le dieron un premio que más que un galardón lo que más le gustaría sería tener un programa en TV. Parece que sus sueños se cumplen...

-Me siento un afortunado en esta España actual, donde encontrar trabajo, y mantenerlo, es algo heroico. Yo llevaba mucho tiempo sin ello y tener un objetivo, una ilusión para alguien que vive de esto es algo que valoro mucho. Estamos en un género muy exigente.

-Esta ha sido la etapa más larga que ha vivido sin tener un programa en TV...

-Así es, pero yo nunca consideré que no tener programa era algo definitivo, sino que pienso que cuando no tengo programa es que estoy esperando para hacer otro. De todos modos he estado ocupado en mil cosas, por ejemplo para aprovechar para agradecer a El Terrat todo lo que me había dado. No tenía programa, pero pensaba que trabajaba más que nunca. Soy muy tonto en la autogestión, me preocupé más que nunca. A veces pienso que cuando tengo unprograma es cuando estoy más tranquilo porque la gente no te llama tanto. Eso sí, lo que echaba de menos era mi maquillaje, mi camerino... 

-Para lograrlo, ¿ha tenido que buscar usted mismo patrocinadores al estilo de TVE?

-La industria audiovisual es una industria más de este país, donde se ha dejado de facturar entre un 30 y un 40%. Bajó mucho la publicidad y las facturaciones, pero a mí me gusta mucho trabajar con marcas, pero más que por necesidad porque le veo un camino de futuro muy grande. Creo que las marcas tienen todavía muchas cosas que decir, se las había colocado en un sitio que ponen publicidad en mi antena y ahora quieren llegar al consumidor de una manera mejor. A mí me está gustando hablar con ellas. 

-¿El volver a La Sexta quiere decir que es la única cadena que le encuentra gracioso?

-No he estado más que en Antena 3, pero vas a la cadena que finálmente puede y quiere contratarte. Yo estuve muy a gusto mucho tiempo, pero la verdad es que tampoco tenemos muchas cadenas en España. Hay dos grandes grupos y ya está.

-¿Y por eso "tonteó" este verano con Mediaset, pese a haber dicho que nunca estaría en una cadena en la que hubiera programas en los que se chilla constantemente?

-Pero no estoy en Mediaset. Se magnificó un poco una reunión. Me vieron salir de ahí y ya dijeron que estaba negociando. España tiene dos operadores, no más, uno de los pocos casos en el mundo, y o haces TV en uno o en otro. Como profesional de la TV debía ir a operadores que mostraran cierto interés y es de agradecer que me preguntaran qué tenía en la cabeza. Si luego no se hizo por algo sería. No estamos en un país como para decir que te quedas en tu casa esperando un canal de cable superguay... Si haces eso no volverás a hacerla.

No veo a Wyoming muy 'vetado' y a mi edad tampoco creo que me tocase

-Ahora va a otra donde dicen que pueden "vetar" a Wyoming...

-Yo no veo a Wyoming muy vetado. A mí nunca me han dicho que me moderara ni nada de eso y ahora ya no tocaría decírmelo. Sí creo por el contrario que voy a una cadena que puedo completar en el sentido de que vamos a las doce de la noche, con todo el pescado vendido, para aportar un cierto relax y este es el encargo mútuo. A esa hora vamos a reírnos.

-Se fue también de la TV diciendo que no pensaba "reinventarse". ¿Se arrepiente de esas palabras?

-Sí, me tengo que tragar esas palabras. El concepto reinventarse, como el de innovador, están como muy pervertidos y se usan como para desprestigiarte. Todos hacemos lo que podemos para tirar adelante. Me gusta más evolucionar que reinventar. Cómo me voy a reinventar a los 48 años y con esta cara. Estamos haciendo un trabajo muy bonito y duro de plantear, algo que tenga cambios, romper un poco el escritorio, que pasara más gente por el programa... Reinventarse va asociado a querer ser otro y es absurdo querer ser otro, y más en comunicación, donde te han comprado a ti por ser quien eres. Si salgo con una cresta de punky y hablando de poesía iraní y digo que me he reinventado y la gente dirá que vuelva el otro por favor.

-Vuelve a una franja horaria en la que ya no quedan programas como el suyo...

-Es interesante, porque ha cambiado en los últimos años, con programas de fútbol... Cuando me dicen que en esa franja todo va a irme bien es muy subjetivo, hay que luchar desde cero para volver a hacerte un hueco. Es un horario donde creo que estoy cómodo, porque conecto con una cierta tranquilidad y por eso voy un poco a gusto, pero nadie va a hacer un programa de TV tranquilo.

-Lo único claro entonces es que será divertido...

-Cuando acabas de trabajar con comedia te vas con una felicidad tan grande a la cama... Eso sí lo he echado de menos. Fabricar comedia es terapéutico, te arregla un mal día. Tengo un equipazo, una cultura de trabajo muy bonita. En mi plató nunca se grita, nunca ha gritado nadie, puede parecer una chorrada pero no lo es. Por el contrario en el plató se ríe mucho. Con Berto, por ejemplo, me lo paso muy bien, porque es un tío muy gracioso, y en realidad no sé si voy a trabajar o si me voy con mis amigos.

No creo que sea especialmente punzante, incorrecto o hiriente, no tengo ese perfil

-¿Se considera alguien políticamente correcto?

-Cada humorista es de una manera, no hay un patrón. Uno se expresa en función de cómo se ha ido construyendo. No creo que sea especialmente punzante, incorrecto, hiriente, no tengo ese perfil. Aquí tenemos mucho la tendencia a comparar con americanos y es absurdo, proque cada uno se ha ganado un terreno y una personalidad y no se pueden comparar. Hace 15 años en TV yo era "naif", pero funcionaba, y ahora me interesan otras cosas. Un poco de conciencia pública hay que tener, reírse de lo que nos reímos todos, pero no puedo cambiar el sistema.

-¿Le molesta que se intente sacar punta a cualquier declaración de un personaje popular?

-Yo siempre he defendido la despenalización de la opinión personal. No sé que pasa que a veces en este país dar una opinión política sirve para que te pinten casi como un filtro de instagram. Yo soy un ciudadano que vive en Cataluña y que puedo dar mi opinión de cualquier tema.

-¿En este país uno se puede reír en estos momentos de todo el mundo menos de los políticos?

-De ellos también, pero empieza a ser un poco cansino, porque estamos infectados de opinión política, y creo que hay otras cosas. Yo quiero hablar con artistas, con cómicos, con tíos que han hecho negocios sorprendente, abrir un poco la cajita, porque está irrespirable la cosa.

-¿Y qué hace un hombre como usted en un portal como Bananity?

-Bueno, soy socio accionista y fundador. Es el tipo de negocios que no habría que llamarles como tales sino un viaje, una experiencia, por lo que vas a encontrar en él, más que un objetivo de poder dar un pelotazo, porque éstos ya se han acabado. Sobre todo quería estar en las tripas de un grupo que se inventaba una red social, me parecía que era una experiencia que me podía aportar mucho.

-Sin embargo usted salió casi corriendo de Twitter...

-Corriendo no. Yo defiendo una cierta libertad del cabreo, el factor humano dentro de las redes, que a veces sí se convierten en demasiado gregarias, demasiado políticamente correctas. Desde siempre he entendido que la red era una expresión más tuya, aunque debes ir con cuidado, y defiendo la capacidad de decir cuando algo no te gusta, pero cuando me insultan digo que no me insulten, que por qué me van a insultar. Me pueden decir que es porque "tú eres un personaje público", lo cual no deja de ser otro debate muy interesante. Por eso me sentí muy maltratado, me cabreé pero luego se me pasó y volví. Twitter también es el fondo la vida misma, y hay épocas con calentones, mucha maldad, algo de malicia... Es la vida.

-¿Qué busca alguien como usted en internet?

-Yo soy multipasional, creo que como todos. Tengo que organizarme porque además yo soy muy curioso, tengo la sensación de que me estoy perdiendo algo continuamente por lo que la tecnología y las redes han venido a potenciar esa patología mía. A veces digo que me interesa tanto todo que al final no me interesa nada. Mi gran pasión pese a todo sigue siendo la música y el arte, siempre lo fueron y si me das alguna de ellas siempre puedo estar entretenido.

-¿Hasta qué punto se inspira en Twitter para su nuevo proyecto televisivo?

-Este es otro debate que tenemos algunos cómicos y hay que dejarlo claro. Cuando vemos que una comicidad ciudadana se ha extendido entre las redes el más exagerado dice que los de la tele copian a Twitter, y eso es una falta de respeto acojonante. Hay que llevarse bien, tener una armonía y no tanto inspirarte sino tener en cuenta las redes. En mi nuevo programa vamos a intentar dar un paso más en el juego con las redes, va a ser un programa en directo y sin la famosa "segunda pantalla", como la llaman aunque yo creo que es segunda y tercera, no vas a ninguna parte, porque sabemos que el espectador está viendo la tele con el móvil y con el ipad, lo cual es un poco locura porque así no ves nada. Hay que incorporarlo a tu metodología de trabajo, más que inspirarte.

-¿Y qué le inspira para seguir invirtiendo en cine en este país?

-Que no hay que ser rácanos. Hace dos meses presentamos una película muy pequeñita que hicimos en el Terrat , "Una noche de verano", que se pudo hacer gracias a un patrocinador, a una marca cervecera en concreto, pero parece que siempre llego a todos los génerso cuando están en ebullición. Como ahora tenemos otras dos películas más, hacemos la broma de que a ver si cuando la terminemos ya no va a haber salas. Trabajamos contenidos, el marco, el tablero, el escenario está como está, cascado, pero debes aislarte de ello porque sino no harías nada. Si llega un chaval con talento por qué no hacer la película, la pregunta es cómo hacerla.

-Vamos, que ningún ministro les va adesanimar...

-No, nos va a cabrear, pero no a desanimar, porque este ministro pasará y vendrá otro y el cine, sea como sea, se seguirá haciendo.

-Y usted seguirá haciendo hasta documentales...

-Sí, estoy acabando un documental, "Un viaje al corazón de la comedia", que pude hacer durante el tiempo que no tuve programa, sobre los 30 años de profesión, que presentaré  a principios de año. El punto de arranque era un email de un seguidor que me mandó desde Argentina. Ha sido una experiencia muy bonita porque me ha conectado con lo que soy. Ha sido una especie de terapia para descubrir que yo necesito esto. Cuando no voy a la tele me pregunto cómo me comunico. Las redes te permiten seguir comunicándote, pero no es lo mismo.