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Gecina se plantea si puede renunciar a segregarse de Metrovacesa

La separación de ambas empresas está aún pendiente de que Gecina ceda un conjunto de edificios de oficinas de París, valorados en unos 2.000 millones de euros, a Metrovacesa a cambio de la mayor parte de la participación del 26,9% que la empresa española tiene en el capital de la francesa.

En la actualidad, y cuando resta por ejecutar este último paso de la separación, la inmobiliaria francesa controlada y presidida por Joaquín Rivero apuesta, según las mismas fuentes, por no culminar la división en caso de que los abogados que estudian el pacto concluyan que ya no es de obligado cumplimiento porque en su día fuera firmado por los Sanahuja.

El consejo de Gecina comenzó a estudiar toda la documentación solicitada sobre el proceso y a escuchar a abogados y expertos en la reunión mantenida en la mañana de ayer, y convino en seguir haciéndolo en una próxima sesión fijada para el próximo martes.

El contrato de segregación de Metrovacesa y Gecina data de marzo del 2007. Fue firmado por la familia Sanahuja y los socios Joaquín Rivero y Juan Bautista Soler ante los desacuerdos sobre la gestión de Metrovacesa que mantenían sus entonces tres socios de referencia.

En virtud de dicho acuerdo, los Sanahuja se quedaron con la marca Metrovacesa y todas sus actividades en España, salvo un lote de proyectos en desarrollo, y Rivero y Soler con la filial francesa Gecina.

Sin embargo, a finales del pasado año los Sanahuja tuvieron que convenir en ceder sus acciones de Metrovacesa a un grupo de bancos por sus problemas con la financiación que pidieron para quedarse con la inmobiliaria.

Al conocer este acuerdo, Gecina anunció que dejaba en suspenso su escisión de la inmobiliaria española en tanto se cerrara dicho cambio en su gestión, que finalmente se registró el pasado mes de febrero.

No obstante, Metrovacesa respondió con un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores en el que instaba a su participada francesa a cumplir "íntegramente y en el menor plazo posible" del acuerdo de separación. Argumentó que el cambio en su composición accionarial, por el que los bancos acreedores de su principal accionista, la familia Sanahuja, se quedarán con el 63,45% de su capital, no afecta a los acuerdos de separación.

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