Laura Restrepo pone palabras al silencio de la dictadura argentina
El abandono ha marcado la vida del protagonista de la obra de Laura Restrepo, Mateo, quien viaja a Argentina junto con su madre, Lorenza, para intentar encontrar a su padre, un hombre a quien no ha visto desde los dos años de edad, y comprender por qué no estuvo a su lado. Durante el viaje, el joven presiona a su madre para que le hable con claridad sobre su propia historia, de sus años como combatiente contra la dictadura argentina y de los hechos que desembocaron en la separación del niño de su padre y en la marcha definitiva de Lorenza a Colombia, su país de origen.
En plena adolescencia, Mateo está más interesado en los héroes que protagonizan sus juegos de vídeo que en la reconstrucción de la aventura que su madre le explica, y la cuestiona por intentar suavizar el pasado "para que no duela".
"Al hijo no le desespera tanto el hecho de que el padre se haya ido, como que la madre quiera dorarle la píldora e insista en una versión endulzada de los hechos y de la figura del propio padre (...). El conflicto de la novela no es tanto que el padre se haya ido, como que la madre no diga toda la verdad. En los silencios de la madre, se ahoga el hijo", explica Restrepo.
La historia guarda una relación muy cercana con la experiencia personal de la escritora, quien también militó en Argentina contra la dictadura. En declaraciones anteriores, sin embargo, la autora aclara que se encuentra a sí misma en todos los personajes de sus libros, y asegura que ha sido Mateo la figura a la que ha dedicado más tiempo en este caso.
No le interesaba el punto de vista histórico
Sobre la forma en que ha abordado el tema de la dictadura argentina, Restrepo ha dicho que no quiso hacerlo desde el punto de vista histórico, una perspectiva que se ha tratado, señala, de forma abundante y con gran calidad.
Su intención, ha asegurado, fue exponer una mirada humana de las consecuencias de la dictadura, para lo cual ha apelado a su propia experiencia. Esa mirada plantea una reflexión sobre la figura del "héroe", que abunda en Latinoamérica y que en muchos casos ha sido excesiva. "Todo héroe sobra, los héroes no lo son", parece concluir la propia autora a través del análisis que hace el personaje de Mateo sobre su historia personal.
Él mismo rechaza esa imagen de ídolo que su madre intenta venderle sobre su padre. "Sólo quiere encontrar un buen tipo, no un héroe", explica la escritora. Laura Restrepo, autora de obras como Dulce Compañía (Alfaguara, 1995) o Delirio, con la cual ganó en premio Alfaguara de Novela 2004, ha destacado el escenario de la presentación de su más reciente trabajo: una exposición sobre el ex guerrillero y candidato presidencial colombiano Carlos Pizarro montada por Casa América Cataluña.
El conflicto colombiano
La novelista aprovechó la ocasión para llamar la atención sobre el conflicto colombiano y, tras citar la frase de Pizarro de "nadie debe morirse por nada", aseguró que "en Colombia la gente se está muriendo por nada. Y por miles. Ante el silencio bastante generalizado de la prensa colombiana y del mundo".
Restrepo criticó al presidente de su país, Álvaro Uribe, de quien dijo que su gobierno es un freno "muy al estilo militarista de sangre y fuego de Bush" que ha callado el proceso de construcción de la democracia al que contribuyeron actores como Pizarro y el movimiento M-19 al abandonar las armas.
La reflexión, la discusión, la conversación y, de nuevo, las palabras, surgen para ella como un antídoto contra la indiferencia y el desconocimiento de esos hechos. Restrepo lo relaciona también con su oficio de novelista al afirmar, como hizo en una entrevista publicada por su editorial, que "nombramos no solamente para amansar el pasado: toda realidad que no es traducida a palabras nos ronda como un fantasma".