Narbona cree que si no se toman medidas contra el cambio climático podría "desaparecer la vida en parte del planeta"
La ex ministra ha afirmado que el cambio climático "es, ante todo un enorme desafío tecnológico, pero sobre todo un desafío de carácter ético, porque lo están sufriendo" en mayor medida "los países más desfavorecidos del mundo".
Narbona ha explicado que en las naciones más pobres "cualquier catástrofe natural multiplica por diez o por cien los muertos respecto a un país que tenga cierto grado de desarrollo económico y social", y por ello es preciso "desarrollar elementos de cooperación y de ayuda" como "una cuestión de justicia social internacional".
En su opinión, esto es algo que los países que han provocado el cambio climático, "mediante la quema intensiva de combustibles fósiles" y "un modelo excesivamente devorador de energía", deben a las naciones más pobres.
Ha recordado al respecto la "gran paradoja" que supone que África, que apenas emite el 4% de los gases invernadero, sufra una "vulnerabilidad" creciente por "episodios de sequías y de inundaciones con efectos devastadores en términos de hambre, miseria y dolor humano" a raíz del cambio climático.
"Revolución energética mundial"
Narbona ha defendido la necesidad de potenciar el desarrollo de las tecnologías vinculadas a las energías renovables para luego transferir este "conocimiento" a los países en desarrollo. Ha señalado también que actualmente resulta "mucho más costoso no adoptar medidas hoy contra el cambio climático que tomarlas".
Ha comentado además que si los distintos países cumplen los compromisos adquiridos sobre emisiones, se producirá "una reducción global de un 18% hasta el año 2020" que, sin embargo, aún sería "insuficiente", por lo que es necesario "seguir trabajando y evitar caer en la idea de que no se puede hacer nada".
"Todo lo contrario -ha añadido-, nuestra generación tiene la responsabilidad de ser la primera en la historia que sabe lo que estamos haciendo al planeta".
A su juicio, ante esta situación "la tecnología debe contribuir al cambio del modelo energético del planeta" a través de "una revolución energética mundial", mediante una mayor eficiencia, la implantación de las renovables, evitando la deforestación y modificando los hábitos alimentarios, ya que producir carne supone una gran emisión de CO2, por el gas metano que produce el ganado.