Por si la familia Ortega Cano no tuviese bastante con el ingreso en prisión del diestro y las adicciones y mala vida de José Fernando, ahora otra nueva desgracia les azota. Hace algunas horas, conocíamos la noticia de la muerte de Pablo Mora, cuñado de José y marido de su hermana Conchi. Al parecer, hace ya algunos años que luchaba contra el cáncer, y este fin de semana ya no pudo más. Su fallecimiento ha conseguido ‘atraer la atención’ del díscolo José Fernando, que ha salido de su ‘agujero’ para dar el último adiós a su tío.
Su cuerpo fue trasladado la tarde de este lunes al tanatorio de Tres Cantos, en Madrid, hasta donde se acercaron tanto Gloria Camila, acompañada del que podría ser su nuevo novio, como su hermano. Tampoco faltaron Ana María Aldón y los hermanos del diestro. Estaba previsto que el propio José Ortega Cano asistiera al velatorio tras el permiso de 24 horas de libertad concedido por la prisión de Zuera, donde lleva desde abril por la muerte de Carlos Parra. Pero finalmente, ha sido su hermana Conchi quien le ha pedido que no asista para no convertir el funeral de su marido en un circo mediático, según informa Vanitatis.
El hijo del diestro llegó sobre las 18 horas medio escondido en un coche y salió corriendo hacia el interior del recinto, visiblemente más delgado y ocultando su mirada tras unas gafas de sol. A la salida, su semblante cambió, mostrándose sonriente del brazo de su hermana Gloria Camila.
Mucho se ha especulado sobre los problemas que giran en torno a José Fernando. Incluso su tía, Mari Carmen Ortega, decidió entrar días atrás en ‘El programa del verano’ en un intento de llamada de socorro: “Necesitamos ayuda para meterle en algún centro, algo, por favor. Pedimos ayuda. En la situación que está no es una persona normal”. Al parecer, toda la familia podría temer por la salud física y mental del joven debido a la vida que está llevando después de su entrada en prisión, una experiencia que no le sirvió de escarmiento. Ni siquiera Pepe ‘El Marismeño’, que pasó por la misma situación y que ahora ayuda a otros a superarlo, pudo encontrar la solución a su adicción.
Gloria Camila es la otra cara de la moneda. Era la niña buena, la que siempre acompañaba y apoyaba a su padre y que nunca se metía en líos. Hasta que el pasado mes de junio salía a la luz un vídeo en el que se la podía ver agrediendo físicamente a otra chica, en plena Plaza de Castilla. A raíz de este altercado, muchas fueron las informaciones que llegaron a los móviles de los colaboradores de ‘Sálvame’, echando por tierra la buena reputación de la niña.
Ahora parece que ambos hermanos reaparecen mucho más calmados y con una tristeza palpable en sus rostros. Quizás este pueda ser el comienzo de un nuevo José Fer, alejado de las malas compañías y las sustancias tóxicas.