Mujeres incapaces
El ministro Gallardón, a quien personalmente este tema ni le va ni le viene, ha consumado una contra-reforma de la ley del aborto que considera a las mujeres incapaces de gestionar su propia vida en algo tan íntimo, solitario y doloroso como es la interrupción de un embarazo.
Ha llevado su recorte de libertades al extremo de no permitir el aborto en caso de malformación del feto, prevaleciendo su dogmatismo ideológico frente a la opinión de destacados ginecólogos y neurólogos que han detallado las dolorosas secuelas de algunas enfermedades como las congénitas del sistema nervioso.
Es decir, no solo obliga a la mujer a llevar a término un embarazo con malformación fetal si no que, ese al que pretende defender, el neonato, sufrirá toda su vida parálisis, incontinencia urinaria y fecal y dolor permanente. Y lo peor es su argumentario. Apelando a recomendaciones de la ONU o a exigencias de asociaciones de minusválidos, afirma, sin rubor, que no se puede crear una sociedad con seres de primera o de segunda.
En su programa electoral no se mencionaba que el aborto iba a volver a ser un delito salvo en dos supuestos
¿De verdad cree el ministro que un niño con hidrocefalia o con espina bífida abierta, va a poder llevar una vida de primera? ¿Le gustaría haber nacido con semejantes limitaciones? Todo esto le pilla tan lejano que se puede permitir teorizar con el dolor ajeno.
Ni siquiera se ha planteado cómo va a sacar adelante una familia a un niño que necesita cuidados constantes cuando que la Ley de Dependencia ha sido demolida por el mismo gobierno que dice proteger a las mujeres; esa mitad del género humano sobre que la recae el cuidado y la atención de ancianos, enfermos, impedidos y niños con graves lesiones congénitas.
Gallardón va a hacerse perdonar sus antiguos coqueteos con el centro político sobre la espalda y el útero de las mujeres que le van a ayudar, contra su voluntad, a seducir a la derecha más recalcitrante del PP, la que nunca falla en las citas electorales y con la que cuenta para ocupar el lugar de Rajoy.
La mayoría absoluta de Rajoy solo va a servir para aplicar recortes sociales y arrasar libertades
Es cierto que los populares habían presentado un recurso al Constitucional contra la ley de Zapatero, pero ni siquiera han esperado a la sentencia. En ningún párrafo de su programa electoral se mencionaba que el aborto iba a volver a ser un delito salvo en dos supuestos. Si había voces en el Gobierno y en el partido, a los que este retroceso en las libertades les parecía un exceso, han sido laminadas por la ambición del ministro de Justicia que quiere dejar huella a mitad de legislatura.
Mal deben andar las encuestas internas del PP cuando tienen que dar carnaza a su sector ultra con leyes como las de seguridad ciudadana, el aborto o la de seguridad privada. Teniendo en cuenta que toda la política económica viene marcada por Bruselas y Berlín, la mayoría absoluta de Rajoy solo va a servir para aplicar los recortes sociales exigidos por los socios comunitarios y arrasar las libertades que tantos años había costado conseguir.
Victoria Lafora