El sueño europeo
Me sorprende la beligerancia de la Unión Europea y de Estados Unidos frente a las reticencias del gobierno ucraniano de cerrar un acuerdo comercial con Bruselas. Claro que acaso no debería de sorprenderme. Para los burócratas de Bruselas, Ucrania es un mercado que está ávido por conquistar, el negocio es el negocio.
Por eso siento que haya miles de ucranianos que creen que la UE es la panacea a todos sus problemas y que el día en que pasen a formar parte del club europeo sus vidas mejoraran de la noche a la mañana. Y desde la UE, también desde Estados Unidos, se han azuzado las manifestaciones contra el gobierno ucraniano, manipulando precisamente el sentir sincero de tantos y tantos ciudadanos que sueñan con un futuro mejor creyendo que ese futuro solo puede ser si forman parte de la UE.
No me malinterpreten. No es que no crea que a Ucrania no le pueda favorecer a largo plazo formar parte de la Unión Europea. Creo que es algo que tienen que decidir sus ciudadanos democráticamente. Lo que sí sé es que la UE y Estados Unidos quieren contar con Ucrania no sólo porque lo ven como un mercado potencial sino también porque así restan apoyos a Rusia, y debilitan su posición en la región. Para Europa y Estados Unidos contar con Ucrania sería tanto como meter un gol a Rusia, ganarle una partida en ese juego de las geoestrategias e intereses en los que siempre andan enzarzadas las potencias.
Ni la UE ni Rusia van a mantenerse neutrales en este proceso
En Ucrania hay dos almas, un alma rusa y otra que abomina de la dependencia con respecto a Rusia. Hay millones de personas que aún tiemblan recordando la pesadilla que supuso la dictadura soviética y por tanto romper lazos con Rusia es una manera de recuperarse para ellos mismos. Es precisamente de este sentimiento del que Bruselas intenta sacar partido y es sorprendente la falta de pudor que han mostrado los euroburócratas con sus interferencias en la política ucraniana intentando llevarse el agua a su molino.
Ya digo que deben de ser los ucranianos los que decidan su futuro y sobre todo qué relaciones quieren tener con la UE y con Rusia, pero me temo que ni la UE ni Rusia van a mantenerse neutrales en ese proceso porque es mucho lo que se juegan.
Ahora desde la UE han decidido apretar las tuercas al gobierno ucraniano diciendo que ya no quieren negociar nada con ellos lo que en realidad es una nueva forma de presión y que enciende los ánimos de los ucranianos mas europeistas.
Conozco Ucrania y siento ver cómo las potencias, la UE y Estados Unidos por un lado, y Rusia por otro, están manipulando los sentimientos de sus ciudadanos. Hay miles de ucranianos que creen que la UE es la tierra prometida sin pensar en la otra cara de la moneda, que serán los recortes y las condiciones draconianas que tendrán que cumplir si quieren formar parte del club. Y es que en la UE no es oro todo lo que reluce, que nos lo pregunten a los españoles, a los portugueses, a los griegos, a los irlandeses...
Julia Navarro