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El primer vendeconsolas de Xbox One

Hay que ser muy valiente para, en los tiempos que corren, confiar en el trabajo de uno, lanzarse al vacío y abandonar un puesto de trabajo fijo y bien remunerado en una empresa de renombre para ir en busca de sueños propios. Más aún si estamos hablando de un sector como el del videojuego, en el que los costes de desarrollo se han multiplicado por ocho en el último año según los estudios más recientes. Y a pesar de ello, esa es la historia de Jason West y Vince Zampella, los máximos responsables de la franquicia más vendida y conocida de la historia de este sector. A día de hoy el nombre de su creación, Call of Duty, es conocido hasta por los más neófitos en el tema videojuegos.

 En 2010, debido a las cada vez más altas presiones, limitaciones y exigencias demandadas por ldistribuidora de la aclamada saga bélica (Activision), West y Zampella dimitieron de sus puestos como fundadores, presidentes y directores ejecutivos, provocando un exilio masivo de fieles seguidores con ello. Pocos meses después nació una nueva compañía, Respawn Entertainment, y tres años después, la primera obra del nuevo equipo: Titanfall.

Apenas restan dos meses para la salida de Titanfall (que se producirá el próximo 13 de marzo), pero la recta final ya ha empezado, y con ella una serie de anuncios y noticias que vienen a confirmar que estamos ante el primer vendeconsolas de las nuevas máquinas, y más concretamente de Xbox One, única plataforma de ellas en la que saldrá.

Si bien sale más de seis meses antes que sus rivales y carece de un nombre asentado en la industria, Titanfall viene dispuesto a codearse con títulos como Call of Duty, Battlefield, Medal of Honor, Killzone y Halo. La alianza realizada por Respawn Entertainment con su nueva distribuidora (Electronic Arts) y con Microsoft, quien ha disparado el presupuesto comprando el lanzamiento exclusivo del juego en sus plataformas, hacen que una edición especial de 300€ y un mando exclusivo de 65€ no suenen a disparate y tras su anuncio empiecen a agotarse en distintas tiendas.

El juego nos ofrece una propuesta únicamente multijugador que pretende cambiar la actual tónica de los modos online (tónica instaurada por los propios West y Zampella con Call of Duty) e imponer una nueva aún más frenética y espectacular. Para ello los elementos clásicos de las campañas para un jugador (secuencias narrativas, personajes manejados por inteligencia artificial, cinematográficas situaciones preparadas con antelación) se fundirán con los multijugador (acción impredecible con personas como nosotros, adictivos y sencillos objetivos, y una cooperación con amigos y desconocidos).

A ello se le sumará además una una fresca jugabilidad que dotará a los personajes de habilidad parkour con las que desenvolvernos como nunca antes por los escenarios y mantendrá unos controles accesibles y una satisfactoria curva de dificultad. Por si el cóctel no sonara suficientemente bien, a la ecuación se sumarán mechas gigantes que podrán ser manejados o pilotados de manera automática, provocando hasta 50 combatientes por batalla.

Y por si los vídeos, imágenes e información disponible, o los más de 75 premios recogidos en 2013 al pasar por distintas ferias y eventos no convencieran lo suficiente, el estudio ha preparado una beta para la que ya podemos registrarnos (http://www.titanfall.com/standby-for-titanfall) y nos permitirá probar el juegonosotros mismos antes de su salida.

El tiempo dirá hasta qué punto transcenderá la apuesta, pero no será por ambición, ideas y calidad. Que a nadie se le olvide, el día 13 de marzo aterriza un gigante en Xbox One.

David Arroyo