viernes, mayo 3, 2024
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La crisis también afecta a la familia real…

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…pero menos. Mientras miles y miles de trabajadores españoles se quedan sin trabajo, a causa del despido o cierre de las empresas, pequeñas, medianas y multinacionales, el Rey, el Príncipe y la infanta Cristina corren el riesgo de no poder participar en las regatas, tan importantes y necesarias para vivir porque quienes pagaban todos los gastos de sus embarcaciones, eso que pedantemente se denomina «esponsorizar», se han retirado, que a los ricos también les está afectando la crisis. No sólo para hacer frente a pagos importantes, como las nóminas de sus empleados, sino frivolidades como pagar los barquitos del Rey y de su heredero. Pagando o aportando su propio velero, que vale un pastón.

El primero que se ha quedado, no sin esponsor sino sin barquito, es el Príncipe Felipe. Caja Mediterráneo (CAM), cuyo barco patroneaba, ha decidido retirarse.

Hasta este momento el Bribón, del Rey, podrá participar en las regatas gracias a La Caixa, Audi, pero sobre todo Telefónica, a quien junto a El Corte Inglés todo el mundo sablea. No he visto nunca personas más generosas que César Alierta e Isidoro Álvarez.

Hasta aquí los hechos lógicos dado la gran situación económica no sólo nacional sino mundial.

Independientemente de los motivos por los que determinadas empresas han decidido no tirar el dinero subvencionando las aficiones deportivas de la familia real, a este columnista personalmente nunca le ha gustado ver al Rey, al Príncipe o a las infantas convertidos en hombres y mujeres anuncio, como si de un Alonso se tratara.

Recuerdo el verano en el que todos aparecieron enfundados en los pantalones del club náutico de Palma, con camisetas y gorras de La Casera.

Siempre me pregunto: ¿por qué no imitan al Rey Harald de Noruega, que cada año aparece en Palma dispuesto a participar en las regatas pero… con su barco? Con una gran diferencia con el Fortuna: la tripulación está compuesta por miembros de la Armada noruega. No hay que olvidar que se trata de una embarcación puesta a disposición del Jefe del Estado y pagada con dinero público.

Hasta el pasado verano, el capitán del Fortuna era un inglés, mister Moore, fallecido repentinamente después de haber servido al Rey, desde el puente de mando del yate Real, a lo largo de más de 25 años.

Ha sido una gran oportunidad para haberlo sustituido por un oficial de la Armada.

Me gustaría saber quién es el afortunado que se encuentra hoy al mando del Fortuna sustituyendo al gran y leal amigo desaparecido del Rey.

Jaime Peñafiel

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