Los candidatos a la Presidencia de Argentina intercambiaron propuestas e ideas durante más de dos horas en el segundo debate presidencial que se realizó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
Mauricio Macri
La televisión mostró a un presidente Mauricio Macri en una actitud más ofensiva que hace una semana, en Santa Fe. La corrupción y el rol de Estado fueron los temas que dominaron el debate.
El mandatario pasó a la ofensiva desde el principio del encuentro para recordar el silencio de Alberto Fernández frente a las denuncias de corrupción durante los gobiernos kirchneristas.
Fue sólido en la lucha contra las mafias y el narcotráfico. Pudo mostrar cifras de reducción del delito, sin abandonar las críticas al kirchnerismo al recordarle el pacto con Irán.
El presidente enfrentó problemas para generar expectativas en el futuro económico. La falta de anuncios concretos que alcanzaran para revertir las críticas en torno a la situación actual fue el flanco débil de su exposición.
Macri evitó retomar la autocrítica de los problemas de su mandato y fue escaso el número de medidas que presentó a lo largo de los bloques del debate.
Alberto Fernández
El candidato del Frente de Todos se mostró sólido al trazar un diagnóstico crítico de la situación económica y subrayar los índices negativos que deja el gobierno de Macri.
Nunca perdió el tono a pesar de enfrentar críticas más duras que en el debate anterior, tanto de Macri como de José Luis Espert. Se diferenció del presidente en el aumento de la pobreza
Sin embargo, tuvo que ceder el lugar de retador y ubicarse a la defensiva. Sus adversarios le recordaron que nunca denunció la corrupción kirchnerista.
Contratacó con el argumento de que Macri también tiene denuncias.
En materia de seguridad enfrentó dificultades para proponer medidas concretas. Titubeó por primera vez en un tramo sobre corrupción, cuando no logró encontrar un sinónimo.
Roberto Lavagna
El candidato de Consenso Federal se mostró cómodo al exponer sus propuestas económicas para un eventual gobierno.
El dirigente volvió a tener problemas en su oratoria para transmitir las propuestas en el tiempo limitado previsto en el reglamento.