sábado, mayo 4, 2024
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Una búsqueda de la Interpol podría poner fin al triple crimen de Usera

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Hacía más de una década que Madrid no vivía un triple homicidio. El 22 de junio de 2016, un hombre entraba en el bufete de abogados de Joel Sala, ubicado en el barrio madrileño de Usera, y con un machete en mano mató sin vacilar a un cliente y a dos empleadas cubanas que se encontraban en el lugar. El objetivo del autor del crimen no fue ninguno de los asesinados sino el mismo dueño del bufete, Victor Joel Salas, que tras una temporada recibiendo amenazas, llegó más tarde a su despacho poco después de que su secretaria, Maritza Osorio, le avisara. “Un hombre extraño había ido a buscarle”, le explicó esta. Un año después, los trabajos de la Guardia Civil y de la Interpol podría poner fin a la investigación y dar con el culpable del crimen de Usera.

El asesinato que conmovió a la capital madrileña está más cerca de resolverse gracias al análisis de un pequeño objeto que los bomberos encontraron en el interior del despacho de abogados: un tapón de una botella. El asesino, no contento con haber asesinado a tres personas, decidió prenderle fuego al lugar. Sin embargo, no todo lo que hubo en su interior se quemó. Los investigadores encontraron un tapón de una botella de plástico que, tras una investigación, descubrieron que ese tipo de botellas solo se vendían en Alemania.

Cuatro horas después del crimen, a las 18:15 de la tarde, Joel Salas aparecía en el lugar del crimen. Tras el conveniente interrogatorio ante los policías, el letrado confesó una relación sentimental con una médica alemana, Irina Trippel. Gracias a esta información, los investigadores comenzaron a seguir una línea que les llevó al exmilitar estadounidense Dahud Hanid-Ortiz, un venezolano de 53 años y marido de la doctora.

Irina había estado en España en varias ocasiones para realizar unos cursos de aprendizaje de medicina. Aquí en España conoció a Salas con quien mantuvo relaciones sexuales en sus encuentros. El venezolano descubrió que su mujer mantenía una relación extramatrimonial con el abogado por lo que decidió viajar a España y vengarse. Sin embargo, el exteniente no consiguió su objetivo ya que no consiguió localizarle.

En su lugar decidió acabar con la vida de Elisa Consuegra, de 31 años, y de Maritza Osorio, de 46 años y esperar dentro del despacho hasta que Salas llegara. Sin embargo, el letrado nunca llegó ya que alrededor de las 17.00 una tercera víctima llegó al bufete: John Pepe Castillo Vega. A este último, le destrozó el cráneo a base de golpees, lo que le provocó la muerte en el acto. Finalmente, decidió huir del lugar aunque no sin antes prenderle fuego. Las llamas alertaron a los vecinos que llamaron a los bomberos y, tras apagar el fuego, estos se encontraron con los tres cuerpos sin vida.

El exmilitar estadounidense huyó a Alemania, donde tenía su residencia. Sin embargo, la Interpol sospecha que, nada más trascender las primeras noticias a la prensa, Hanid-Ortiz huyó bien a EEUU o a su país natal, Venezuela, donde podría haber conseguido refugio. Los agentes de esta Organización Internacional han puesto en marcha un operativo para atraparlo aunque el paradero, todavía sin confirmar, dificulta la operación. 

Danud Hanid, un historial conflictivo

Nacido en Venezuela, Dahud Hanid-Ortiz, ha vivido prácticamente toda su vida en Arizona y ha formado parte del Ejército de Estados Unidos durante 19 años. A lo largo de su carrera militar, ha ganado varias condecoraciones por los servicios realizados en Irak aunque su transcurso por la guerra le provocó tanto lesiones físicas como mentales. Desde entonces, comenzó a tener problemas con sus superiores lo que provocó que fuera trasladado a varios países en varias ocasiones. 

Sin embargo, la ambición de Hanid-Ortiz provocó que en 2011, sus superiores, descubrieran que este se inventó una vida paralela para poder ascender de su rango dentro del ejército. Falsificó su identidad, cartas de recomendaciones y su historial médico e incluso llegó a decir que vivía en un estado distinto para recibir 87.000 dólares por motivo de un supuesto traslado. Finalmente, cuatro años después, un tribunal militar le condenó por fraude, falsedad documental y hurto. 

En uno de sus traslados, conoció a Irina Trippel, la mujer con la que acabaría casándose y con la que residió en Alemania desde 2015, tras la condena que le obligó a retirarse del Ejército de Estados Unidos. Fue ya en el país germano donde descubrió la infidelidad de su mujer. Los viajes a España de Irina cada vez se produjeron más a menudo lo que hizo que el venezolano sospechase de un posible engaño. Confirmadas sus sospechas, decidió tomarse la justicia por su mano y vengarse de Salas. Una venganza que no salió como él esperaba. 

Andrea Morea

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