El tabaco mata a seis millones de personas en el mundo, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, otras 600.000 también fallecen por su exposición directa al humo. De seguir con esta tendencia, en 2030 las cifras podrían aumentar hasta los 8 millones de muertes. Provoca enfermedades como el cáncer, las cardiopatías o el asma y además es un factor de riesgo para seis de las ocho principales causas de defunción en el planeta. Una auténtica bomba de relojería.
Este martes 31 de mayo se celebra el Día Mundial sin Tabaco. Una jornada destinada a concienciar a la gente de los efectos nocivos del tabaco en nuestra salud. Pero ¿cómo afecta el tabaco a nuestra fertilidad?
Los expertos de la American Society for Reproductive Medicine aseguran que los químicos presentes en cada cigarrillo (nicotina, cianuro y monóxido de carbono) aceleran la pérdida de óvulos en las mujeres. Además provoca que la menopausia aparezca entre uno y cuatro años antes que en las mujeres que no fuman.
A los hombres el hábito de fumar también les afecta. La cantidad, la calidad y la movilidad de sus espermatozoides disminuyen ostensiblemente y la capacidad para fertilizar los óvulos también es mucho menor: “El tabaco es la adicción que más repercute en la fertilidad, conteniendo más de dos mil sustancias tóxicas que repercuten en la fecundidad”, explica el doctor Juan Ordás, especialista en Ginecología y Medicina de la Reproducción en la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Vithas Nuestra Señora de América.
Las embarazadas, población de riesgo
Además de limitar la capacidad de concebir, el tabaco también es muy nocivo durante el embarazo. No importa si la futura madre sea fumadora directa o indirecta, el bebé puede sufrir problemas en el crecimiento dentro del vientre. Además, en el futuro podría sufrir diabetes u obesidad: “Hay investigaciones que demuestran que el tabaco altera la división del embrión en sus primeros estadios, lo que conduce a errores en los cromosomas, con el consiguiente aumento de abortos y niños nacidos con malformaciones y defectos”, resume el doctor Ordás.
Es recomendable separarse de la nicotina si se planea un embarazo: “En una persona sana, fumando tres cigarrillos al día, el organismo tiene capacidad de desintoxicar esas sustancias, pero por encima de esas cifras el daño del tabaco ya se acumula y es irreversible. Es importante tener en cuenta este dato, porque si bien siempre es recomendable dejar de fumar si se planea un embarazo, hay que tener en cuenta que el daño ya está hecho”, subraya el doctor.
La abstinencia también puede ser muy dañina, por eso si las grandes fumadoras y fumadores no pueden dejar el tabaco radicalmente “para que no tengan importantes problemas de ansiedad, que reduzcan el consumo a menos de esos tres cigarrillos al día”, recomienda este experto.
Jesús Torrado