La mandataria anunció que este jueves ella y los ministros de las áreas más directamente implicadas en atender la emergencia humanitaria se reunirán con el presidente electo, Sebastián Piñera, quien tomará posesión de su cargo el próximo día 11. «Chile tiene que tener confianza, tenemos condiciones para salir adelante», aseguró Bachelet, quien admitió -no obstante- que «esto se va a llevar tiempo».
La presidenta consideró inaceptable que fallara el dispositivo de alarma establecido para dar aviso del riesgo de maremoto, fenómeno que siguió al terremoto del sábado y que arrasó numerosos pueblos costeros. Por ello, dijo que hay que abrir una investigación de las causas por las cuales no se avisó a tiempo del tsunami.
En los últimos días, la directora de la Oficina Nacional de Emergencia, Carmen Fernández, y el comandante en jefe de la Armada, almirante Edmundo González, se han reprochado mutuamente la responsabilidad por no haber alertado a tiempo a la población del devastador tsunami que siguió al terremoto.
La Armada difundió ayer un comunicado en el que reiteró que la madrugada del sábado, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la institución (SHOA) emitió tres alertas de tsunami minutos después del temblor, si bien admitió «fallas ciertas» por haber cancelado posteriormente una cuarta alerta de tsunami mediante una comunicación radial con la Onemi.
Además de la reunión con Sebastián Piñera, Bachelet acudirá este jueves a la base de la Fuerza Aérea en Santiago donde está situado el centro de acopio de la ayuda humanitaria y también se desplazará en avión a algunas de las áreas afectadas por la tragedia, «para certificar en terreno que las cosas están funcionando».
«Es impresionante la cantidad de chilenos en el exterior y de extranjeros que quieren ayudarnos», declaró Bachelet en la entrevista a ADN, durante la cual reiteró el llamamiento a la población a tener confianza en que «Chile saldrá adelante».
«Estamos trabajando sin descanso para llegar a todos lados», aseguró. La presidenta de Chile concluyó con un mensaje dirigido a los dos millones de damnificados: «entiendo la frustración, el miedo y el dolor. Estamos con el corazón y la fuerza con ellos y vamos a salir adelante».