lunes, abril 29, 2024
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Cristina Gutiérrez y Pablo Moreno ganan el Dakar 2024 por sorpresa en Challenger

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David Durán
David Durán
Periodista, escritor y comentarista, especializado en el motorsport y e-sports. Corresponsal en Andalucía para Estrella Digital.

La mañana del 19 de enero guardaba una sorpresa para todos los fans españoles en Arabia Saudí, con no una, sino dos grandes victorias. Todo el mundo esperaba que Carlos Sainz y Lucas Cruz ganasen el Dakar en la categoría de coches (Ultimate) con Audi, lo cual acabó sucediendo tras haber liderado durante más de la mitad de la prueba. Ahora bien, nadie se esperaba que Cristina Gutiérrez y Pablo Moreno, a última hora, también lograsen el triunfo en el apartado Challenger a los mandos de su Taurus T3 Max. Los problemas en el turbo de Mitch Guthrie le han abierto las puertas a la burgalesa y su navegante en la última etapa.

Tras haber ganado en 2021 la Copa Mundial en T3 y haber sido subcampeona de la especialidad en 2022 (ya dentro del Mundial de Todoterrenos), Gutiérrez está ya más que establecida como una de las mejores de la especialidad en este tipo de coches, prototipos ligeros que están a medio camino en prestaciones de los pequeños Side by Side T4 y los coches, donde ya compitió años atrás en sus primeros Dakar junto a Mitsubishi España. La oportunidad de la Extreme E, su alianza con Sébastien Loeb y el fichaje por Red Bull también han sido momentos grandes de su trayectoria deportiva.

Cristina Gutiérrez Dakar 2024 Red Bull Motor

Dakar 2024 de Cristina Gutiérrez y Pablo Moreno

Gutiérrez llegaba para ganar y prueba de ello era su paso al Taurus T3 Max, el coche estrella de la categoría frente a los Can-Am Maverick XRS Turbo o los OT3 que ella misma había llevado dentro del Red Bull Off-Road Junior Team. En otros Dakar había estado también arriba, pero sin llegar a ganar, compartiendo equipo con el ahora piloto oficial de Toyota Seth Quintero o el propio Guthrie. Para 2024, tras ser tercera en la categoría en la edición anterior, se enfrentaría a Guthrie, Austin Jones, ‘Chaleco’ López o Rokas Baciuska, entre otros.

Por supuesto, nadie contaba con la amenaza polaca: los Goczal. Eryk, Marek y Michal, hijo, padre y hermano, tres coches con los que nadie contaba. Eryk se hizo hueco y comenzó a acumular victoria tras victoria, teniendo más que controlada la categoría en la primera mitad de este Dakar con una actuación espectacular. De hecho, es un nombre a tener en cuenta para el futuro, habiendo realizado un gran trabajo junto a su copiloto, el español Oriol Mena.

Ahora bien, tras la etapa 6 se descubrió que llevaba un embrague de carbono, algo que no está contemplado (es decir, prohibido) en el reglamento. Pese a tener un acuerdo verbal con los organizadores a través de una videollamada meses atrás, al no haber constancia oficial de este permiso tanto Eryk como Michal Goczal fueron descalificados, marchándose también Marek. De repente, la categoría Challenger era otra, con Guthrie líder y Gutiérrez segunda, peleando contra Jones, López y Baciuska, entre otros pilotos.

Hasta entonces, Gutiérrez y Moreno ya habían tenido un Dakar movidito: en la Etapa 3 perdieron el techo de su Taurus (pudiendo reparar después) y en la Etapa 4 se les fue el diferencial delantero además de romperse las antenas del Sentinel. En la Etapa 6 (la de 48 Horas dividida en dos días por el Empty Quarter) lograron realizar una gran gestión – parando a descansar con apenas tres litros en el depósito – y, salvo un problema de temperatura en la caja de cambios, consiguieron un gran resultado, lo que con la exclusión de los Goczal llevó a que empezaban la segunda mitad del Dakar en segunda posición.

Nada más retomar la marcha en la Etapa 7 tuvieron otra etapa complicada al romperse el palier trasero, de modo que hicieron buena parte de la etapa sólo con tracción delantera aunque aún así sacaron tiempo frente a varios de sus rivales. Las siguientes etapas fueron de navegación pura y dura, algo que tanto Gutiérrez como Moreno supieron sortear bien y mantenerse por delante de López, Jones y Baciuska. Ahora bien, Guthrie parecía intratable, manteniendo una renta de casi media hora. En la Etapa 10 sufrieron dos pinchazos de modo que fueron al límite – si bien López, su rival más cercano, también tuvo contratiempos.

La decisiva Etapa 11, la que llevaba a la caravana del Dakar hasta Yanbu, fue también crítica. Y es que Gutiérrez sufrió dos pinchazos al mismo tiempo en el kilómetro 30, teniendo que andar con mil ojos en los más de 400 kilómetros restantes, un mar de piedras que acabó con las esperanzas de victoria de Sébastien Loeb, un nuevo podio de Lucas Moraes y muchos otros contratiempos para la caravana. La burgalesa logró sortearlos y llegar a la meta. Tenía a Guthrie a 25 minutos, demasiado lejos para pillarle por ritmo puro, si bien le sacaba casi una hora a Baciuska (copilotado por otro español, Oriol Vidal) con López algo más atrás, de modo que no suponían un problema.

Cristina Gutiérrez Dakar 2024 Red Bull Motor

Victoria sorpresa para Gutiérrez tras la avería de Guthrie

Ahora bien, lo inesperable llegó en los primeros kilómetros de la última etapa, una que debía ser casi un trámite. Antes de llegar al WP1 a 33 kilómetros de la salida, el turbo de Guthrie daba problemas y el americano se paraba…durante unos eternos 20 minutos. Cuando reanudó la marcha había perdido casi toda la distancia que tenía de colchón con respecto a Gutiérrez y en los diferentes puntos de control seguía cediendo tiempo. Gutiérrez, al haber salido dos posiciones antes, no era consciente de los problemas de su rival, centrada en seguir la estela de Saleh Alsaif, Marcelo Tiglia Gastaldi y Nicolás Cavigliasso, quienes salían delante suya.

Los problemas de Guthrie eran cada vez más evidentes y, entre el WP4 y WP5 que estaba situado a 27 kilómetros de la meta, Guthrie se paraba de nuevo – retomaría la marcha, pero ya cediendo más de 50 minutos. Mientras tanto, Gutiérrez ya había llegado a meta, momento en el que le daban la noticia: ella y Moreno habían logrado la victoria en el Dakar, siendo la primera mujer española en lograrlo y la segunda después de que, en 2001, lo lograse Jutta Kleinschmidt en coches – precisamente para Mitsubishi, la marca que impulsó a Gutiérrez años atrás. Esto, además, aseguraba que el podio final era 50% español, ya que Baciuska había llegado y con él viajaba Vidal.

Un logro tan inesperado como espectacular en un momento importante tanto para Gutiérrez como para Moreno dado que será su último Dakar en esta disciplina. De cara a 2025 se enrolan en el proyecto de Dacia y Prodrive para dar el salto a la categoría principal, Ultimate, con una evolución del Hunter T1+. Gutiérrez formará equipo con Loeb – quien le abriera las puertas a Red Bull años atrás a través de una conversación casi casual – y Nasser Al-Attiyah, si bien este podría ser duda tras las declaraciones y hechos ocurridos en estas dos semanas…

Cristina Gutiérrez Dakar 2024 Red Bull Motor

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