Todo se decidirá en el Vicente Calderón tras un encuentro de lo más agitado. Se esperaba un duelo intenso y no defraudó. El Atlético de Madrid de Simeone demostró estar capacitado para estas citas, con un planteamiento que surgió efecto hasta la expulsión de Fernando Torres. El delantero rojiblanco, autor del primer tanto, se marchó en el minuto treinta y cuatro tras recibir dos tarjetas amarillas. Una losa demasiado grande para los de Simeone, que tras el descanso se encerraron y aguantaron la embestida del Barcelona. Luis Suárez, que debió ser expulsado, obró la remontada.
Un arranque acelerado
El elevado calibre de la eliminatoria propició que ambos conjuntos impusieran un ritmo elevado desde el comienzo. El Barcelona, con la única novedad conocida de Ter Stegen en la portería, tomó pronto las riendas del encuentro. El Atlético de Simeone, con tres hombres de carácter ofensivo, presionaba la salida de balón azulgrana y aguardaba atrás cuando los pupilos de Luis Enrique sobrepasaban la mitad de campo. El equipo local combinó más rápido que en el último encuentro ante el Real Madrid, y embotelló a los colchoneros. El equipo de Simeone, como es habitual en partidos de este carácter, aparentaba comodidad en su zona defensiva.
El Barcelona amplió bien el campo con Jordi Alba y Dani Alves prácticamente de extremos y movió el esférico de un lado a otro en busca de huecos. Messi, en el minuto cinco, dio el primer aviso con un disparo raso que no alcanzó portería. La volvió a tener el argentino poco después, pero su remate con la diestra se marchó desviado. El Atlético, con el transcurso delos minutos, se despojaba del dominio azulgrana y ofrecía atisbos de su amenaza a la contra, con la rapidez de Griezmann y Carrasco y con un Torres en continuo movimientos. El francés fue el primer rojiblanco en buscar el gol, pero sin fortuna.
El encuentro adquirió mucha equidad. El Barcelona atacaba, pero sin hallar huecos. El Atlético salía rápido y sus transiciones rápidas y acertadas ponían en jaque a la zaga rival. Las ocasiones, también se repartían. La más clara, casi llegado el minuto veinte, la tuvo Neymar. Alves puso un buen balón al área pero el cabezazo del brasileño se marchó por encima del larguero. Lo volvió a intentar el delantero instantes después, pero se topó con Godín, que no notó la lesión que le ha apartado de los terrenos de juego las últimas tres semanas. Junto a él, Filipe se erigía como el mayor arma defensiva, siempre con la mira puesta en tapar a Messi.
Torres: gol y roja
Apenas dos minutos después de que Griezmann errara una ocasión, el Atlético iba a fabricar ese ansiado tanto en territorio contrario. Koke se percató de un buen desmarque Torres y con un balón entre líneas, dejó sólo al delantero, que batió por entre las piernas a Ter Stegen para abrir la eliminatoria. Los colchoneros no se echaron atrás, es más, adquirieron más peso en el partido y pudieron asestar un importante golpe al partido, pero una mano del alemán lo impidió. En esta ocasión, el ariete de Fuenlabrada se vistió de asistente y conectó con Griezmann, que cerca estuvo de hacer el segundo.
El duelo pintaba muy bien para los de Simeone, hasta que en el minuto treinta y cuatro. Torres, que ya había recibido una tarjeta amarilla, entró por detrás a Busquets sin encontrar el balón. El colegiado no dudó en mostrarle la segunda amonestación y expulsarle del encuentro ante el “así no se puede” del técnico rojiblanco. El Atlético, molesto, recriminó al árbitro que instantes después no mostrara tarjeta a Busquets por una entrada muy similar. Fueron los últimos coletazos de una intensa primera mitad.
Asedio del Barcelona
Tras el descanso sólo se apreció la presencia de un equipo. El Atlético, después de una llegada al área rival, se encerró atrás, para soportar el desgaste físico al que iba a someterse. Y no salió de ahí. El Barcelona adelantó las filas y juntó a sus diez hombres de campo en las cercanías del área rojiblanca. Las ocasiones, manifiestas, comenzaron a sucederse. Primero lo intentó Messi, con una chilena que recordó a la Ronaldinho ante el Villareal. La siguiente ocasión fue de Neymar, que estrelló el balón en el larguero. Después la tuvo Rakitic y el propio brasileño, que se quedó a centímetros de lograr la igualada.
El gol, inminente, llegó de forma fortuita. Alves centró desde la derecha y Jordi Alba remató al vuelo un balón que fue directo hacia Suárez, que como pudo puso la pierna para conseguir el tan buscado empate. El Barcelona bajó un ápice el ritmo tras el tanto y el Atlético pudo respirar por unos instantes. No obstante, los rojiblancos estaban impotentes, sin la posibilidad de sumar gente en las acciones ofensivas y obligados a replegar cada vez que el conjunto blaugrana fabricaba una jugada. La superioridad del Barcelona era manifiesta y se tradujo en otro tanto de Suárez, que cabeceó el balón a la red tras una pared con Alves.
Simeone trató de dar aire al equipo con la entrada de Thomas y buscó cierta chispa con Carrasco al filo del descanso. Luis Enrique, pese a que no es habitual, agotó los cambios con Rafinha, Sergi Roberto y Arda Turán. El partido se endureció y el colegiado no cesó de enseñar tarjetas. Incluso Suárez pudo ver la roja por una agresión sin la disputa del balón. Acciones que favorecieron el interés del Atlético, que logró apagar durante los últimos veinte minutos ese incendio inicial del Barcelona.
Los locales lo intentaban, pero de forma mucho más aislada con el campo bien abierto y conscientes su la superioridad numérica. Sin embargo, la buena actitud de los colchoneros impidió que el Barcelona asestara un golpe casi definitivo a la eliminatoria. Pese a los dos goles encajados y la complejidad de la situación, el Atlético se defendió bien y sobrevivió a los cinco minutos de descuento para llegar vivo al Calderón, tras un partido que bien podían haber ganado.