martes, abril 23, 2024
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Las verdaderas razones por las que Rajoy eligió a sus nuevos vicesecretarios

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La contienda mediática –donde el PP estaba perdiendo la batalla ante las nuevas formaciones- y la amenaza de la marca Ciudadanos –políticos jóvenes, guapos y formados- no fueron las únicas razones que llevaron a Rajoy a recurrir a “los Casado, los Maroto y Eva (Andrea) Levy”, tal y como se refirió a ellos (con cierto desdén) en la última entrevista radiofónica. Según fuentes ‘populares’, el nombramiento de estos tres vicesecretarios también responde a la estrategia marianista de mantener viva la llama del enfrentamiento por debajo de él. Y más aún, cuando las dudas sobre su liderazgo al frente del PP volvían a ser clamorosas.

Tras el descalabro electoral de las últimas elecciones municipales y autonómicas se resistió a hacer ningún cambio. Pero este cerrazón sólo duró horas. Las sonadas críticas públicas y privadas que recibió por su inmovilismo, así como la movilización que encabezaron 'barones' de la talla de Juan Vicente Herrara por la falta de renovación en el partido no le dejaron más margen de maniobra que la rectificación. “Quiero proponeros una puesta a punto en la estructura del partido”. Así fue como Rajoy anunció la incorporación de Pablo Casado, Andrea Levy, Javier Maroto y Fernando Martínez Maillo a la nueva cúpula conservadora con la que pretendía ganar el pasado 20D.

A excepción de Pablo Casado, se trataban de caras desconocidas. Eso sí, cumplían a la perfección con lo que reclamaba el partido: jóvenes, atractivos, carne de tertulias y perfectamente formados. En definitiva, renovación estilo Ciudadanos. Ahora bien, también cumplían con un requisito que a Rajoy le convenía para liderar el PP en esta recta final que se antoja convulsa: todos procedían de regiones claves, importantes para el PP, y miembros de los bandos opuestos a los líderes conservadores en esas regiones. “Estos escenarios los favorece Rajoy”, advierten fuentes parlamentarias del PP. “Prefiere tener a la gente por debajo de él enfrentada. Eso le mantiene fuera del disparadero”, insisten las mismas fuentes.

Casado (34 años, abogado y economista) fue el nombramiento que menos sorprendió. El partido ya había contado con él para encabezar la portavocía de la campaña de las últimas elecciones municipales y autonómicas que dirigió Carlos Floriano. Y él fue el único que salió indemne de aquella gestión. Su cercanía a José María Aznar no es un secreto. Y no sólo lo avala su currículum: fue jefe de gabinete de José María Aznar después de que éste dejara La Moncloa. Sino que él mismo alardea de esta “excelente” relación siempre que puede. “Pero no se nos puede olvidar que Casado procede de la rama aguirrista, advierten fuentes ‘populares’, que recuerdan que la guerra con Cristina Cifuentes ahora mismo es “total”. Casado fue presidente de las Nuevas Generaciones de Madrid y siempre contó con la admiración de Esperanza Aguirre.

El siguiente nombre que tampoco descolocó mucho fue el de Javier Maroto (44 años y exalcalde de Vitoria). El vasco acababa de perder el trono de la capital alavesa y había que recolocarlo. Además, es amigo íntimo del ministro Alfonso Alonso, miembro de excepción del círculo de confianza de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, mano derecha de Rajoy en La Moncloa.

Según fuentes ‘populares’, cumple el mismo patrón que Casado: Maroto también representaba al bando crítico con la gestión de la que fuera presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga. “Maroto y Quiroga son de mundos muy distintos. Nunca se han entendido. Maroto es gay, Quiroga del Opus. Además, el día que Quiroga apartó a Iñaki Oyarzábal marcó un antes y un después en el equilibrio de fuerzas en el PPE”, explican las mismas fuentes. Finalmente, Quiroga cayó en octubre del año pasado. Alonso se hizo con la Presidencia del PPE, pero durante varias semanas la crisis de los ‘populares’ vascos apartó los ojos de Rajoy y su liderazgo.

Los vicesecretarios más desconocidos

Y los otros dos, Levy y Maíllo, representaban a dos puntos territoriales calientes del PP: Cataluña y Castilla y León. Andrea Levy (31 años y abogada) fue nombrada en 2012 vicesecretaria de Estudios y Programas de Alicia Sánchez Camacho en Cataluña. También creció en Nuevas Generaciones; y al igual que Casado está curtida en el ámbito de la tertulia política, aunque ella en Cataluña. En Madrid apenas la conocían, pero Moragas hizo todo lo posible porque formara parte del equipo de Rajoy. En Cataluña formaba parte del equipo de Camacho, pero fuentes ‘populares’ aseguran que en el entorno de la exlideresa catalana “no era muy apreciada”. “Dicen que es vaga y trepa”, aseguran las mismas fuentes.

Al igual que en el País Vasco, en Cataluña también se ha producido un cambio de liderazgo en estos últimos meses: Xavier García Albiol sustituyó a Camacho al frente del PPC. Cambio del que Levy salió bien parada: en la última campaña catalana fue su ‘número dos’ y hoy es diputada en el Parlamento de Cataluña.

El cuarto en discorida, Fernando Martínez Maíllo (46 años y expresidente de la Diputación de Zamora), también cumple con el patrón descrito: no es miembro de la familia política conservadora que hoy lidera Castilla y León, región de la que procede. Más bien todo lo contrario. Maíllo es amigo personal de Soraya Sáenz de Santamaría y de Rajoy, pero no de Juan Vicente Herrera, con el que ha mantenido un enfrentamiento directo por la ordenación territorial. Tampoco de la sucesora que Herrera quiere imponer en Valladolid: la exalcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón.

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