Una ola de calor abrasa Río de Janeiro
El Colegio de Abogados de Brasil, por ejemplo, solicitó autorización al Poder Judicial para que sus miembros puedan acudir a los tribunales en camiseta y sin el obligatorio traje y corbata, para impedir que se repitan algunos desmayos como algunos registrados en días pasados. Los jueces ya mostraron su sensibilidad ante el asunto, al punto de que el Tribunal de Justicia Laboral de Río de Janeiro aprobó una petición de tutela del Sindicato de Atletas de Fútbol que prohíbe la realización de partidos entre las 10.00 y las 17.00 horas, período en que el riesgo de deshidratación es mayor. Esta decisión obligó a la Federación de Fútbol de Río de Janeiro a modificar el horario de algunos de los partidos del Campeonato Carioca.
Incluso en las playas de Copacabana e Ipanema, abarrotadas esta semana por los cariocas en vacaciones y por los turistas que llegaron para el carnaval del próximo fin de semana, los bañistas se ven obligados a andar en sandalias para no quemarse con una arena, cuya temperatura llega a subir hasta los 43 grados. Acudir a la playa por la noche con amigos o familiares, incluso hasta la madrugada, se convirtió en una nueva moda en el actual verano austral. Pese a que los 41,5 grados medidos el lunes ya se habían registrado en un día de febrero de 2003, el promedio de las temperaturas máximas en los diez días de este mes, de 39,7 grados, no había sido registrado en los últimos 50 años, según el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet).
Temperaturas medias
Comparativamente, la temperatura promedio máxima en febrero del año pasado fue de 34 grados. Después del refresco que dio un aguacero caído el martes por la noche tras doce días seguidos sin lluvias en Río de Janeiro, los especialistas del Inmet prevén que las temperaturas seguirán muy elevadas al menos cuatro días más y llegarán a 38 grados. La baja humedad y la falta de lluvias y de vientos en regiones alejadas de las playas y con poca vegetación pueden elevar la sensación térmica a hasta 43,9 grados, como los que fueron medidos ayer en el barrio de Jacarepaguá.
Las temperaturas por encima de los 40 grados con sensación térmica de 43 grados fueron una verdadera tortura para los habitantes de 18 barrios de Río de Janeiro que sufrieron, además, fallas en el fluido eléctrico en los últimos dos días, justificadas por las compañías por el constante uso de aires acondicionados y ventiladores. Las autoridades de Río, sin embargo, aún no tienen registros de muertes por causa del calor, como en la ciudad paulista de Santos, donde 32 ancianos fallecieron en dos días por el agravamiento de diversas enfermedades crónicas que padecían.