El FBI prepara las maletas para cambiar de sede

El FBI ha anunciado este 1 de julio su traslado al complejo del edificio Ronald Reagan, en pleno centro de Washington D. C., tras casi dos décadas buscando una sede que se ajustase a sus necesidades operativas.
La decisión ha sido comunicada conjuntamente por el FBI y la GSA, que han optado por aprovechar un edificio federal ya existente en lugar de construir un nuevo campus suburbano.
La medida responde a un doble objetivo: garantizar un espacio moderno y funcional para los trabajadores del FBI y reducir de forma significativa los costes para el contribuyente. El edificio Hoover, sede actual de la agencia, arrastra graves deficiencias técnicas, desde filtraciones hasta desprendimientos estructurales.
Según la GSA, el traslado evitará más de 300 millones de dólares (254.460.000 euros) en gastos de mantenimiento diferido, además de representar un ahorro frente a las propuestas previas de nueva construcción.
Una sede que refuerza la misión y reduce el gasto
“Este es un momento histórico para el FBI”, ha afirmado el director de la agencia, Kash Patel. En sus palabras, “mudarse al edificio Ronald Reagan es la forma más rentable y eficiente en recursos para llevar a cabo nuestra misión de proteger al pueblo estadounidense y defender la Constitución”.
El complejo acoge actualmente a otros organismos como la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). La GSA ha asegurado que trabajará en coordinación con sus 'ocupantes' actuales para que puedan continuar operando durante el proceso de transición.
Para el administrador interino de la GSA, Stephen Ehikian, esta operación es un ejemplo de eficiencia: “Estoy orgulloso del compromiso de la GSA de trabajar con el director Patel y su equipo del FBI para encontrar un edificio que apoye mejor su misión y su gente”.
Optimización del patrimonio público
La elección del edificio Ronald Reagan como nueva sede del FBI se enmarca en la estrategia de la administración estadounidense para racionalizar el uso del patrimonio inmobiliario federal.
“Esta mudanza no sólo proporciona una ubicación de clase mundial para los servidores públicos del FBI, sino que también ahorra a los estadounidenses miles de millones de dólares en nuevas construcciones”, ha señalado el comisionado del Servicio de Edificios Públicos de la GSA, Michael Peters.
El complejo seleccionado, ubicado en el 1300 de Pennsylvania Avenue, ofrece unas instalaciones modernas que permitirán al FBI abandonar definitivamente el edificio J. Edgar Hoover, inaugurado en 1975 y hoy considerado obsoleto para los estándares de seguridad y tecnología actuales.