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Los Príncipes de Asturias inauguran en el Museo del Prado la gran retrospectiva de Francis Bacon

El director del Museo del Prado, Miguel Zugaza y la comisaria Manuela Mena acompañaron a los Príncipes en su recorrido por la exposición con explicaciones y muestras de la técnica de Francis Bacon, considerado uno de los artistas más importantes y originales del siglo XX, en cuyas obras hay muestras del desasosiego y la virulencia que atormentaban al artista.

Manuela Mena mostraba a la Princesa de Asturias los detalles de algunos lienzos, mientras el Príncipe conversaba con los prestadores y el director del Museo. El Retrato del Papa Inocencio X y el tríptico Crucifixión junto a los trípticos homenaje a George Dyer o el inspirado por un poema de T.S Elliot fueron algunos de los cuadros que impresionaron a los Príncipes de Asturias, grandes aficionados al arte.

En la comitiva que acompañaba a los Príncipes también estaban la subsecretaria de Cultura, Dolores Carrión; la ex ministra de Cultura, Pilar del Castillo; la baronesa Thyssen, Carmen Cervera; el director del Museo Thyssen, Guillermo Solana; el portavoz de Cultura del PSOE, Rafael Simancas, o Rosario Nadal, esposa de Kiryl de Bulgaria.

El desasosiego y la virulencia de Francis Bacon (1909-1992) se cuelan en el Museo del Prado en un diálogo con sus grandes maestros dentro de una gran retrospectiva sobre la obra de este artista, estrechamente vinculado a Madrid por su devoción y pasión al Prado y por ser la ciudad en la que murió el 28 de abril de 1992.

En el recorrido de esta exposición también estaba la religiosa que acompañó a Francis Bacon en sus últimos días de vida en el Hospital Ruber de Madrid. Parca en palabras y con mucha discreción admiró los cuadros del artista, muchos de cuales reconoció que mostraban tormento.

Belleza y crueldad

Bacon, influido por las consecuencias de las guerras en Europa y las zozobras de la Guerra Fría, indagó en los aspectos más escondidos de la naturaleza humana mostrando la belleza y crueldad del ser humano.

Manuela Mena, comisaria de la muestra junto a Chris Stephens y Matthew Gale (Tate Britain) Gary Tinterow y Anne L. Strauss (Metropolitan Museum of Art) describió esta muestra como un "laberinto lleno de sorpresas en cada esquina".

La muestra, que abarca desde las obras más tempranas de Bacon, en los inicios de su carrera, hacia 1946-1949 , hasta finales de su vida, pretende ordenar las obsesiones sucesivas del artista.

son algunos de los títulos de las secciones de esta exposición, que reflejan la preocupación del artista por la parte oscura del ser humano. También se exhibe importante material documental procedente de su taller con imágenes del artista en pleno proceso de creación.

El director del Prado, Miguel Zugaza subrayó la fuerza de Bacon, que se suma al tren de Manet y Piccasso, "otros heraldos de la Modernidad" y destacó el "sensible cuidado" de Manuela Mena como comisaria de la muestra, que aúna pesadilla y belleza.

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