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El infierno estaba en Fitoria: detenidos por encerrar a sus hijos durante cuatro años

Un matrimonio fue arrestado en Oviedo tras descubrirse que mantenían a sus tres hijos menores encerrados en su casa en condiciones deplorables desde 2021. La denuncia de una vecina fue clave para destapar el caso
La casa de los horrores, Fitoria
La casa de los horrores, Fitoria

La escena parecía salida de una película de terror, pero ocurrió en Fitoria, una pequeña parroquia del concejo de Oviedo, en Asturias. Allí, un matrimonio formado por un hombre alemán y una mujer estadounidense mantenía encerrados a sus tres hijos pequeños —dos gemelos de ocho años y un niño de diez— desde hace casi cuatro años, en una vivienda convertida en lo que los agentes han descrito como "la casa de los horrores".

Una denuncia vecinal que lo cambió todo

Fue una vecina quien, tras sospechar durante meses que había niños en el interior de una casa de la zona sin haberlos visto nunca, alertó a las autoridades. “Escuchaba sus voces, pero jamás les vi salir”, relató. La Policía Local de Oviedo y los Servicios Sociales iniciaron entonces una discreta investigación que acabó derivando en una intervención que ha conmocionado a toda Asturias.

El operativo se activó el pasado 14 de abril, cuando los agentes comenzaron la vigilancia en torno al domicilio, un chalet ubicado en un entorno residencial. No tardaron en encontrar señales de que algo no cuadraba: pedidos de comida para varias personas, movimientos furtivos tras las cortinas, y un empadronamiento poco coherente con la actividad del hogar.

Un registro en medio del apagón

El registro oficial del domicilio tuvo lugar apenas unas horas antes del insólito apagón eléctrico que afectó a buena parte de la Península. A las 11:15, varios agentes, personal de Servicios Sociales y una traductora acudieron a la vivienda. Allí les recibió el padre, descalzo y desaliñado, quien confesó desde el primer momento que había menores dentro. Lo primero que pidió: mascarillas y distancia.

Los niños aparecieron poco después. Llevaban tres mascarillas puestas cada uno, y su aspecto y actitud confirmaban lo peor. Según el comisario principal Francisco Javier Lozano, los menores estaban completamente aislados del mundo exterior, en un entorno patógeno e insalubre: dormían en cunas y un camastro improvisado, rodeados de basura, excrementos de animales y medicación almacenada.

Casi cuatro años sin salir

Los niños no estaban escolarizados, no tenían contacto social alguno, y no salían al exterior desde diciembre de 2021. Según el propio comisario, uno de los menores se agachó a tocar la hierba con las manos, sorprendido por la sensación, tras ser liberado.

Sus padres aseguraron sufrir patologías graves y alegaron que intentaban protegerlos, pero los informes médicos disponibles, fechados en 2019 en Alemania, no avalan ninguna enfermedad relevante. Todo apunta a un encierro deliberado, prolongado en el tiempo y sin justificación legal ni médica.

Basura, animales enfermos y aislamiento

Dentro de la vivienda, los agentes hallaron un gato con un tumor visible, rodeado de sus propios desechos, y una acumulación de residuos incompatible con cualquier estándar de salubridad. Las ventanas estaban selladas, y el ambiente era de total claustrofobia.

Según el concejal de Seguridad Ciudadana de Oviedo, José Ramón Prado, la vivienda presentaba “una clara situación de riesgo para la salud de los menores” y un entorno absolutamente inadecuado para la vida.

Los niños ya están protegidos

Tras el rescate, los menores han sido puestos bajo la tutela de la Dirección General de Infancia y Familias del Principado de Asturias, en un centro de acogida. Según ha explicado la consejera de Derechos Sociales, Marta del Arco, están en proceso de valoración física, psicológica y emocional. “Se les está garantizando su mayor bienestar”, ha asegurado.

La prioridad ahora es su recuperación integral. Aún es pronto para valorar el alcance de las secuelas, pero ya se trabaja para que puedan iniciar una vida normal, lejos del encierro al que fueron sometidos.

Investigación en curso

El Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo investiga el caso. Los progenitores, de 53 y 48 años, se enfrentan a posibles cargos por abandono y detención ilegal, entre otros. La Guardia Civil ha asumido las diligencias.

Por el momento, las autoridades consideran que existen indicios suficientes de criminalidad. La valentía de una vecina ha sido clave para poner fin a una situación que, según los propios agentes, “nunca se había visto en Oviedo”.