Hallados en Librilla los restos de dos hombres sepultados bajo cal viva, aceite usado y sosa cáustica

Una macabra escena ha sacudido a los vecinos de Librilla, en la Región de Murcia. En el interior de una nave industrial abandonada, y a casi dos metros de profundidad, los agentes de la Guardia Civil localizaron los restos humanos de dos hombres, cubiertos por una mezcla de aceite de motor usado, cal viva y sosa cáustica. Una combinación pensada para destruir cualquier rastro.
Aunque aún no hay confirmación oficial, todo apunta a que se trata de Jean Mirabeau Ngoho y Siaka Coulibaly, de 37 y 53 años respectivamente, desaparecidos el 14 de diciembre de 2024. Ambos se habían desplazado hasta la localidad para encontrarse con los responsables de la empresa Porkitrans, dedicada al transporte y compraventa de ganado.

Un hallazgo que huele a crimen premeditado
Las labores de búsqueda arrancaron cuando sus familiares, al perder el contacto, denunciaron la desaparición. Desde entonces, el caso permanecía envuelto en un espeso silencio, hasta que este fin de semana, tras varias pesquisas, se produjo el descubrimiento: dos cuerpos enterrados deliberadamente, dentro de una nave que pertenecía a la misma empresa con la que habían quedado.
El suelo había sido removido y cubierto después con materiales corrosivos que, según fuentes policiales, pretendían acelerar la descomposición de los cadáveres y borrar huellas.
Las víctimas no eran desconocidas para la justicia
Y es que la historia, como tantas otras veces, no es tan sencilla como parece. Tanto Ngoho como Coulibaly tenían antecedentes por supuestamente participar en el conocido timo de los billetes tintados, una estafa clásica en la que se hace creer a la víctima que puede convertir papel manchado en dinero real con una sustancia especial.
La hipótesis que barajan los investigadores es que ambos hombres habrían intentado engañar a los empresarios de Porkitrans con ese timo. Pero la situación se torció. Y lo que, en principio, parecía un negocio, acabó convirtiéndose en un ajuste de cuentas con consecuencias fatales.
Dos detenidos y una tercera implicada
A raíz de los hallazgos, las autoridades han detenido a dos personas: el gerente de la empresa y su sobrino, quienes están ya en prisión provisional, sin posibilidad de fianza. Además, una tercera mujer ha quedado en libertad con cargos, aunque su implicación directa en los hechos aún se está analizando.
Según fuentes próximas al caso, los investigadores tratan de esclarecer el grado de premeditación de los asesinatos y si existió colaboración de terceras personas en la ocultación de los cuerpos.
Una localidad pequeña, pero muy golpeada
Librilla es un municipio tranquilo, casi ajeno a los grandes titulares. Por eso, el hallazgo ha provocado un auténtico revuelo entre los vecinos. El ambiente estos días es denso, se respira tensión. Nadie se explica cómo pudo suceder algo tan atroz en pleno casco industrial de la localidad, sin que nadie viera ni oyera nada.
"Parecía una nave abandonada, nadie se imaginaba que ahí pudiese haber algo así", comenta una vecina que prefiere no dar su nombre. Lo cierto es que el lugar llevaba años sin actividad visible, sobre todo desde que Porkitrans entró en concurso de acreedores en 2018.
Silencio, preguntas y una investigación abierta
De momento, los análisis forenses continúan para confirmar sin ninguna duda la identidad de los restos. La Policía Científica y la Guardia Civil siguen recogiendo pruebas en el lugar, mientras los detenidos se enfrentan a cargos que podrían traducirse en penas muy elevadas si se confirma que hubo asesinato premeditado.
Y mientras tanto, Librilla observa en silencio. El caso ha hecho que muchos se pregunten qué más puede ocultarse tras las paredes de esas naves vacías. Porque cuando el horror asoma tan cerca, es imposible mirar hacia otro lado.