Científicos españoles descubren cómo se inicia el cáncer de colon

El cáncer colorrectal es el tercero más frecuente en el mundo y, en la mayoría de los casos, está relacionado con el estilo de vida. Ahora, una nueva investigación liderada por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) desvela un mecanismo molecular que podría explicar cómo se inicia esta enfermedad y por qué algunas formas son especialmente agresivas.
La vigilancia celular que se debilita
Un equipo dirigido por Nabil Djouder, jefe del Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del CNIO, ha identificado un proceso hasta ahora desconocido: la degradación temprana de la proteína p53, una molécula esencial para frenar la proliferación de células dañadas.
La p53, apodada la “guardiana del genoma”, impide que las células con errores se dividan sin control. Su pérdida permite que las mutaciones se acumulen y, con el tiempo, deriven en tumores malignos. El estudio, publicado en la revista Nature Communications, demuestra que esta degradación ocurre en las primeras fases de la enfermedad, incluso antes de que aparezca un tumor.
“Cuando p53 desaparece, se abre la puerta a un crecimiento celular desbocado y a la acumulación de otras mutaciones”, señala Irene Herranz-Montoya, primera autora del trabajo.
La proteína URI y el oncogén MYC, las piezas que faltaban en el puzle
Una nueva diana terapéutica
La investigación no solo identifica la desaparición de p53, sino que descubre el mecanismo que lo provoca: el aumento de otra proteína, URI, cuya presencia había sido previamente vinculada a otros tipos de cáncer, como el de hígado.
En los modelos animales del estudio, el incremento de URI provocó una caída de los niveles de p53 y facilitó la transformación de pólipos precancerosos en tumores. Sin embargo, cuando se eliminaron los niveles de URI o se restauró p53, la progresión tumoral se detuvo y la supervivencia aumentó.
“Creemos que inhibir URI podría prevenir la aparición del cáncer de colon”, apunta Djouder, quien trabaja ya en el desarrollo de fármacos con esta finalidad.
Este avance no se limita al ámbito del laboratorio. Los investigadores también analizaron muestras de pacientes humanos y hallaron patrones similares de degradación de p53 en estadios avanzados del cáncer colorrectal.

¿Por qué está aumentando el cáncer colorrectal en adultos jóvenes?
Uno de los aspectos más llamativos del estudio es su posible conexión con las tendencias epidemiológicas actuales, especialmente el aumento de casos en personas menores de 50 años. Según Djouder, esto podría estar relacionado con la influencia del estilo de vida sobre la expresión de URI.
Una dieta poco saludable, el sedentarismo, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol podrían estimular la aparición de URI y, con ello, favorecer la degradación de p53, desencadenando el inicio del cáncer.
Además, se ha confirmado que el oncogén MYC activa la expresión de URI, lo que refuerza la idea de que la alteración de rutas moleculares específicas –influenciadas por el entorno– podría estar detrás del incremento de casos en jóvenes.
Financiación y aplicación futura
Este descubrimiento ha sido posible gracias al apoyo del sistema público de ciencia en España, incluyendo el Ministerio de Ciencia, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y la Fundación BBVA. El CNIO, centro de referencia mundial, destaca así el valor de la investigación básica como motor para futuras terapias oncológicas personalizadas.
Los próximos pasos se centrarán en desarrollar inhibidores específicos de URI, con el objetivo de bloquear su actividad y proteger a p53. Este enfoque podría no solo frenar la aparición del cáncer colorrectal, sino también abrir una nueva vía terapéutica para otros tipos de cáncer relacionados.
Conclusión
Este hallazgo redefine nuestra comprensión del inicio del cáncer de colon y pone el foco en una estrategia preventiva basada en la intervención temprana. Proteger a la proteína p53 de su degradación puede convertirse en una de las claves para frenar esta enfermedad antes de que aparezca.
La ciencia avanza, y con ella, la esperanza de un futuro donde el cáncer colorrectal pueda prevenirse antes incluso de que comience.