Los franceses desconfían de la capacidad financiera del Estado
Fue en el contexto del reciente Congreso de Versailles, ante las dos cámaras reunidas (Asamblea Nacional y Senado), que el presidente francés invitó a sus conciudadanos a prestar sus economías al Estado en unas condiciones (tasa de interés, beneficios fiscales, alcance y duración del préstamo, etc. ) que el gobierno dirigido por François Fillon no tiene todavía perfiladas. Pero desde entonces, en Francia solo se habla del Emprunt Sarkozy, cuyo lanzamiento está previsto para principios del próximo año. Lo que si está claro es que el capital recaudado no será utilizado para financiar un nuevo plan de relanzamiento económico, sino que el gran objetivo es preparar la "Francia de mañana".
Sin embargo, la primera reacción de los franceses es mas bien negativa: según un sondeo publicado por el Journal du Dimanche, el 82% de los franceses descartan la idea de confiar sus ahorros a un Estado cuya deuda pública se incrementó desde los 86.500 millones de euros del primer trimestretre hasta alcanzar los 1.413 millones de euros (72,9% del PIB). Además, según las últimas proyecciones oficiales, la deuda no hará más que aumentar los próximos años: a finales de año ya representará el 77% del PIB, y alcanzará el 86% en 2010 y en 2011 y el 88% en 2012. Y lo mismo ocurre con el déficit, que del 3,4% del 2008 pasará a un 7,5% este año y el próximo, para bajar al 6,5% en 2011 y al 5,5% en 2012.
Es por ello que Sarkozy y Fillon hacen hincapié en que el gigantesco emprunt sólo servirá para financiar proyectos al servicio de la grandeur française y sólo en aquellos campos donde Francia se dejó sobrepasar por otros países más dinámicos, como Estados Unidos, Japón, Alemania y Reino Unido como son las áreas de nuevas tecnologías, educación, formación, salud e I+D. Con la participación activa de los ahorradores, la "Francia de mañana" también pasará por el desarrollo de la nanotecnología, biotecnología, ecotecnología, etc. sin olvidar la puesta en escena de los "automóviles del futuro". Lo que si promete Sarkozy es que el emprunt no será utilizado para financiar el gasto corriente del Estado.
Los próximos días el gobierno de François Fillon publicará la lista de las "altas personalidades francesas e internacionales" que tendrán como misión definir los "grandes proyectos de futuro" que serán financiados por el emprunt. Los criterios fijados por Sarkozy son bastante explícitos: para que los proyectos propuestos sean financiados por el ahorro popular, será imprescindible que tengan una gran dimensión económica; creen riqueza y empleo; sirvan para reparar el "retraso económico" del país y la "fragilidad" de su industria; y que sean rentables. "La inversión tendrá que ser productiva”, insiste Sarkozy, para convencer a los franceses de que el Estado utilizará correctamente sus ahorros.
Pese a la primera reacción negativa de la opinión pública, puesto que solo un 17% de las personas interrogadas se declaran más o menos dispuestos a subscribir el Emprunt Sarkozy, lo que sí tiene garantizado el presidente galo es el apoyo de los "interlocutores sociales", cuyos máximos representantes fueron recibidos el miércoles en el palacio del Eliseo. Los sindicatos, sobre todo, apoyan la nueva iniciativa de Sarkozy, que en contrapartida esta dispuesto a "estudiar" una reducción de las cotizaciones sociales de los trabajadores con los salarios más bajos. Hay que recordar que en lo que va de año, Sarkozy ya sufrió cinco jornadas de paro y de movilización nacional dirigidas contra su política económica y social, y más aún contra las prioridades del plan de la relanzamiento económico a favor de los bancos y de las empresas.
Así, aunque mantenga que la mejor forma de luchar contra la crisis es inyectar dinero en el sistema financiero y en el aparato productivo, y no reside en favorecer el consumo privado a través un incremento del poder de compra -que es lo que reclaman a gritos los sindicatos y la mayoría de la población- Sarkozy promete que el emprunt que lleva su nombre no será utilizado como un nuevo plan de relanzamiento económico. Además, según el gobierno, Francia empieza ya a recoger los primeros frutos de las medidas aplicadas los últimos meses, que alcanzan los 100.000 millones de euros de los cuales 85.000 millones se destinaron al sistema financiero. Tanto es así que el retroceso del PIB francés es tres veces inferior al registrado en Alemania, mientras que el aumento del paro fue "sólo" del 20%, frente al 100% registrado en España y en Estados Unidos.
Es por todo ello que el ministro del Relanzamiento Económico Patrick Devedjian pronostica ya un "gran éxito" para el Emprunt Sarkozy puesto que, según él, el éxito estaría garantizado sólo con la participación del 17% de los franceses que se declaran más o menos dispuestos a confiar sus ahrros al Estado. Los expertos comparten esta opinión, pero recuerdan que para que la operación salga bien el Estado tendrá que ser "generoso": la remuneración fija del emprunt tendría que ser por lo menos equivalente al 4,5% propuesto por Electricité de France (EdF), que en sólo tres semanas captó 2.500 millones de ahorro popular para financiar sus inversiones. Y el Estado podría proponer además algunos beneficios fiscales, como ocurrió con las últimas operaciones del mismo tipo: el Emprunt Balladur de 1993 (Sarkozy era entonces ministro del Presupuesto), el Emprunt Giscard de 1973 y los famosos Emprunt Pinay de 1958 y de 1952, cuyas remuneraciones estaban todavía indexadas al oro.