Ex azafata, líder sindicalista y lesbiana, nueva jefa de Gobierno de Islandia
Sigurdardóttir tomará las riendas de un gobierno formado por su alianza Social Democrática y el partido Verde de Izquierda, de vida efímera, que tendrá como principal misión celebrar elecciones anticipadas el próximo mes de mayo.
La hasta ahora ministra de Asuntos Sociales tiene ante sí el difícil reto de resucitar el sistema financiero islandés, cuya economía está previsto que se contraiga un diez por ciento este año, y que le ha costado el puesto a dos jefes de gobierno, Geir Harrde el lunes pasado, y David Oddson, primer ministro durante 13 años.
Esta isla de 320.000 habitantes coloca al frente a la política más popular del país, que empezó su carrera en los sesenta como azafata en las aerolíneas públicas y que acabaría presidiendo el sindicato del personal de cabina.
Es diputada del Althing, el parlamento islandés, desde 1978 y ministra de Asuntos Sociales desde 1999.
Hoy vive con su compañera, Jónína Leósdóttir, periodista y dramaturga.
Islandia, un país tolerante
Islandia es uno de los países más tolerantes en materia sexual, como demuestra el hecho de que ya en 1940 se anularan todas las leyes que discriminaban a homosexuales.
Así que lo que llama la atención fuera de Islandia, el hecho de que una mujer lesbiana asuma la jefatura de gobierno, no lo es en absoluto en esta isla, donde lo que cuenta es que Sigurdardottir es "la política más respetada y digna de confianza del país", como escribe el "Huffington Post".
La explosión en Islandia de la burbuja financiera ha alimentado su popularidad y muchos islandeses consideran que es la única política que se ocupa del "ciudadano de a pie". Carece de un título universitario cosechado en el extranjero, ni forma parte de los clanes familiares que imperan en Reykiavik.
Una sencilla azafata en los años sesenta y setenta que asumió un papel pionero en la lucha por la igualdad de sexos.