La UE estrecha el cerco sobre Shein por prácticas engañosas en su plataforma online
La Comisión Europea ha puesto bajo el foco a Shein, la conocida plataforma de moda rápida de origen chino, por aplicar prácticas que podrían vulnerar la legislación comunitaria en materia de protección al consumidor

El expediente, aún en curso, se centra en una batería de comportamientos potencialmente desleales que incluyen desde falsos descuentos hasta mecanismos de presión para acelerar la compra.
Según ha comunicado Bruselas, uno de los principales motivos de preocupación es la estrategia que utiliza Shein para mostrar reducciones de precio que, en realidad, no se corresponden con el valor previo real del producto. A ello se suma el uso de temporizadores o mensajes sobre disponibilidad limitada con el objetivo de empujar a los usuarios a finalizar su compra de forma precipitada.
En su análisis, la Comisión también ha detectado que la empresa ofrece información confusa o incompleta sobre derechos fundamentales del consumidor, como el de devolver productos o recibir reembolsos. Además, ha criticado el empleo de etiquetas que otorgan un valor añadido a características que son, en realidad, exigencias legales mínimas.
La respuesta de Shein: “Comprometidos con la normativa europea”
Frente a estas acusaciones, Shein ha declarado estar colaborando con las autoridades comunitarias y nacionales. “Hemos estado colaborando de manera constructiva con las autoridades nacionales de consumidores y con la Comisión Europea para demostrar nuestro compromiso con el cumplimiento de las leyes y normativas de la UE”, afirmó la compañía en un comunicado oficial.
La empresa asegura además que su prioridad “sigue siendo garantizar que los consumidores europeos disfruten de una experiencia de compra en línea segura, fiable y satisfactoria”. Ahora dispone de un mes para presentar medidas concretas con las que corregir las irregularidades detectadas por la Comisión.
La investigación forma parte de una acción conjunta llevada a cabo por la Red de Cooperación para la Protección del Consumidor (CPC), con la implicación de las autoridades nacionales de Bélgica, Francia, Irlanda y Países Bajos, coordinadas por la Comisión Europea.
Sostenibilidad cuestionada y falta de transparencia
Más allá de los mecanismos de venta, la Comisión ha criticado a Shein por declaraciones presuntamente engañosas sobre la sostenibilidad de sus productos. Según Bruselas, muchas de estas afirmaciones carecen de respaldo y podrían inducir a error a los consumidores.
También se ha señalado que los datos de contacto de la empresa no son fácilmente accesibles, dificultando el derecho de los usuarios a presentar quejas o realizar consultas. A esto se suma la necesidad de clarificar cómo se reparten las obligaciones contractuales cuando intervienen vendedores externos en la plataforma, especialmente cuando estos no son comerciantes profesionales, lo que podría dejar a los consumidores desprotegidos.
Medidas complementarias y posibles sanciones
La investigación de consumo se desarrolla de forma paralela a otro procedimiento abierto en el marco de la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés), en el que se examinan aspectos como la presencia de contenidos ilegales, la opacidad en los sistemas de recomendación y las acciones preventivas relacionadas con salud y seguridad de los usuarios.
Si Shein no responde de forma adecuada a los requerimientos de la Red CPC, las autoridades nacionales podrían adoptar medidas coercitivas, entre ellas, multas basadas en el volumen de negocio de la empresa en los Estados miembros afectados.
Bruselas ya ha iniciado un proceso similar contra otra compañía china, Temu, dedicada al comercio de mobiliario. Ambas firmas también se ven amenazadas por nuevas políticas comunitarias que buscan limitar las ventajas fiscales de las que se benefician los envíos de bajo coste —especialmente los de menos de 150 euros—. En este sentido, la Comisión ha propuesto imponer una tasa fija de dos euros por paquete, a ser asumida por las empresas y no por los consumidores.