Payet otorga el triunfo a Francia en un agónico duelo

Francia, con la condición de local y favorita, se encontró a una valiente e incómoda Rumania. Los galos se despojaron de la presión inicial del rival, pero al descanso, con justicia, el marcador se mantenía a cero en ambos casilleros. Giroud, con un cabezazo no exento de polémica, allanó el camino del triunfo. Pogba no sentenció, y Evra, con una falta innecesaria en el área, permitió a Stancu empatar desde los once metros. Payet, el mejor del duelo, resolvió sobre la bocina con un disparo a la escuadra.
Valiente Rumania
Ni el escenario, ni el ambiente, acomplejaron a Rumania. La consigna de Jordanescu era clara: que el partido transcurriera lejos de su área. Para ello era importante la presión, y el conjunto amarillo no dejó respirar a los galos en los primeros cinco minutos de envite. Ese ‘dominio’ pronto se transformó en ocasiones, gracias al balón parado. Tras un buen saque de esquina, Stancu remató a bocajarro, pero sin acierto. Su disparo, centrado, se topó con un férreo Lloris que evitó el susto.
Francia impone la lógica
Tras un inicio frenético, algo loco por momentos, Francia impuso la lógica y asentó al fin el esférico sobre el césped. Con algo más de espacio, y con el ofrecimiento constante de Pogba en la banda diestra y en la medular, la selección local empezó a generar peligro. Payet, muy activo también, centró con delicadeza desde el franco izquierdo. En el área aguardaba Giroud, aparentemente cómodo. El ariete cabeceó, pero por centímetros el balón no encontró portería.
En zona de tres cuartos de campo, Francia ya se había adueñado del duelo. La movilidad de Griezmann fue otra baza que incrementó esa posesión. En torno al minuto catorce, llegó la mejor oportunidad para los galos. Pogba, quién sino, metió un buen balón para Sagna, que se incorporaba por su costado derecho. El lateral trató de conectar con Antoine, pero este no acertó a rematar. Sin embargo, el futbolista del Atlético de Madrid, siempre atento, aprovechó un rechace para cabecear al poste.
Rumania no volvió a encontrar esas sensaciones que experimentó al inicio. Perdió esa valentía, quizás consciente de que el esfuerzo podía salirles caro. No obstante, no perdieron el pulso al duelo. Adoptaron una postura más conservadora, pero siempre con la premisa de salir rápido tras el robo con algún balón largo. Francia, en cambio, apostaba por los balones entre líneas y la verticalidad de sus hombres de arriba. Pero la zaga rumana, con Chiriches a la cabeza, respondió siempre con creces.
Pasada la media hora, hubo alternativas. Ambos se discutieron el dominio, pero sin la frescura y la sorprendente acción de los primeros instantes. Las ocasiones, eso sí, sólo para los locales. Rumania se olvidó de Payet en un saque de banda, y este, libre de marca, combinó con Griezmann. El delantero, que llegaba rápido desde atrás, rozó el tanto, pero el central desvió lo justo el esférico, aunque no lo percibiera el linier. No estuvieron acertados los árbitros, que tampoco observaron una importante patada de Koscielny a Andoni al filo del descanso.
Giroud, el afortunado
El arranque del segundo periodo fue un calco del primero. Rumania se benefició de la ‘pasimonia’ de Francia, y pudo desequilibrar el duelo, pero Stancu, tras bajarla bien con el pecho, no impactó como debía con el balón. De nuevo, la presión complicaba la existencia a los locales. La tregua, que se alargó casi a los veinte minutos, se notaba en la actividad de ambos contrincantes. Los galos, una vez despojados de la presión, intimidaron a Rumania. Giroud, en segunda clara ocasión, erró de nuevo.
Pero a la tercera va la vencida, y el delantero, de cabeza, remató un buen centro de Payet para firmar el primer gol de la Eurocopa. Eso sí, no exento de polémica, ya que rozó ligeramente a Tatarusanu y pudo desequilibrarle. Pogba pudo acrecer la distancia, pero el portero rumano respondió. Payet, por momentos, volvía loca a la zaga amarilla. La alegría, en cambio, le duró poco a Francia. Un error de Evra, que cometió penalti sobre Stanciu. Su compatriota Stancu se encargó de empatar desde los once metros.
El encuentro perdió algo de vistosidad, de acción. Rumania se echó atrás a falta de quince minutos y parecía que sufriría el acoso constante de Francia. Pero no fue así. El equipo de Deschamps no encontraba la forma de generar peligro. Tuvo que ser a última hora, casi sobre la bocina, cuando Payet desequilibrara la balanza con un tanto al alcance de muy pocos. Media vuelta y disparo con la zurda a la escuadra. Se retiró del campo ovacionado, y emocionado. Le acababa de dar el primer triunfo a su selección.
Alberto Puente