Lindsay Lohan perturba a los directores de cine

El director de 'The Canyons', Paul Schrader, no se arrepiente de haber contado con la problemática actriz en su última película, a pesar de haber tenido un comportamiento difícil durante el rodaje, con constantes "enfados, tardanzas, ausencias, demandas y melodramas".
"[Lindsay] siente que necesita experimentar las distintas emociones para conseguir interpretarlas correctamente y eso lleva a todo tipo de inestabilidad emocional, sin mencionar los constantes retrasos y melodramas a los que tiene acostumbrado a todo el equipo", confesó a la revista Film Comment el director de la película de alto contenido erótico que protagoniza la popular pelirroja junto a la estrella del porno James Deen.
Pero aunque haya sido complicado trabajar con Lindsay, Shrader se declara fiel admirador de su interpretación, llegando incluso a comparar su carisma y su presencia en pantalla con la de Marilyn Monroe --a quien también sus problemas personales le hicieron forjar una muy mala reputación en la industria cinematográfica años antes de su prematura muerte en 1962.
"Creo que Lohan tiene mucho más talento innato que Monroe pero como Marilyn, su debilidad radica en su incapacidad para disimular sus problemas personales. Monroe y Lohan están a medio camino entre ser actrices y meros personajes públicos. Las personas cuya personalidad y carrera profesional pasan desapercibidas a menudo las tildan de 'problemáticas' y 'atormentadas' pero por alguna razón no podemos dejar de mirarlas, no podemos ignorarlas. Consiguen traspasar nuestra piel de una forma en la que los demás actores no consiguen hacerlo", explicó Schrader.
En la actualidad, Lindsay cumple con 90 días de tratamiento de desintoxicación en una clínica de Malibú, lugar donde se está recuperando de su adicción al alcohol y a las drogas, unos excesos que han dinamitado los últimos años de su carrera.
A pesar de todos los contratiempos en el rodaje ocasionados por la impredecible actitud de la artista, Paul Shrader ha manifestado su satisfacción con el resultado.
"Todos sus arrebatos, todo el estrés ocasionado al final se queda en nada porque un director puede trabajar con actores con mala conducta pero nunca con actores sin carisma", se sinceró.