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Íñigo también carga contra Raquel del Rosario

Lo que durante su actuación eran parabienes, loas y ánimos ha pasado a ser, 48 horas después de concluido el certamen, duras críticas contra la cantante. Para José María Íñigo, la voz de TVE en Eurovisión, en la actuación de ésta podría haber radicado buena parte del fiasco de la representación española, penúltima en Malmoe con apenas ocho votos.

El veterano locutor, que justo tras concluir su actuación El Sueño de Morfeo aseguraba que lo habían hecho fenomenal, ha dejado claro en público que la de Raquel del Rosario "no fue la mejor actuación de todas". Según él, "aunque cantó bien en los ensayos, en los que el estadio también estaba siempre lleno de público, yo creo que el día de la final le pudo ese entorno y creo que es evidente que se salió de tono". Eso sí, lo intentó justificar un poco al afirmar que "el impresionante escenario, el ambiente o el público son cosas que impresionan", como si a cantantes profesionales les pesara tanto una situación así como a cualquier mortal.

Aunque para él "unos ganan y otros no, y alguien tiene que ser último" (y por supuesto penúltimo), lo importante para él es "hacer un buen papel, cantar bien y hacer una buena actuación", algo que, por sus palabras, no hizo precisamente Raquel del Rosario. Es de suponer que ésta ya se olería alguna crítica así, y de ahí a negarse a hacer cualquier tipo de declaración y dar un plantón a la prensa a su llegada a Barajas.

Flauta de regalo

Por mucho que el propio José María Íñigo no haya salido tampoco muy bien parado en las redes sociales por sus comentarios, siempre con el mismo tono apagado y casi somnoliento, él cuando menos se volvió de Malmoe con un gran "tesoro", ya que se hizo con el instrumento que más llamó la atención de la canción ganadora. El veterano locutor resaltó que Emmelie de Forest y su equipo le regalaron la flauta que tocó Jacob Baagøe Thoms, el músico que acompañaba a la joven cantante en el Malmö Arena.

Respecto a la posible compra de votos de Azerbaiyán, Íñigo lo ve todo como algo normal ya que "allí te daban una tarjeta y podías llamar al país por el que querías votar, que podía cooincidir con el que te había dado la tarjeta". Para él, "eso no es modificar los votos, algo que es imposible en Eurovisión".

Redacción