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Más paro, destrucción de empleo y la ruptura del diálogo social marcaron 2009

El paro registrado en noviembre, de 3.868.946 desempleados, alcanzó un máximo histórico a pesar de que la subida mensual de 60.593 fue muy inferior a la de hace un año, cuando el desempleo creció en 171.243 personas.

Al mismo tiempo, la afiliación a la Seguridad Social se redujo en 61.276 personas y se situó en 17.847.669 trabajadores.

El dato del paro registrado contrasta con el de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre del año, según la cual entre julio y septiembre hubo 14.100 parados menos, lo que no evitó que los desempleados hayan crecido en un año en 1.524.600, hasta los 4.123.300.

Así, la tasa de paro del tercer trimestre, se situó en el 17,93%, similar a la previsión del Gobierno para todo el año (17,9%).

Además, el número de ocupados del tercer trimestre descendió en 74.800 hasta un total de 18.870.200, 1.476.200 menos que hace un año.

A pesar de estos datos negativos, la Seguridad Social prevé cerrar el ejercicio 2009 con un superávit mayor al previsto, en torno al 0,7%.

Han sido numerosos los organismos económicos, expertos y políticos que han pedido que se reforme, asunto éste que centra los trabajos de la Comisión no permanente del Pacto de Toledo del Congreso de los Diputados.

También el Gobierno considera que es necesario introducir cambios en el sistema de pensiones -aunque éste no corre peligro hasta 2025- para garantizarlas en el futuro, como así lo manifestó el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, en su Informe Económico 2009.

Asimismo, muchas han sido las voces, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, que han reclamado una reforma laboral que en principio el Gobierno y los sindicatos rechazaban aunque ahora se plantean, siempre que no se recorten los derechos ni la protección de los trabajadores, a quienes no consideran los responsables de la crisis.

Así, Zapatero, en su Informe Económico 2009, se compromete a impulsar una reforma laboral en el primer trimestre de 2010.

Con este panorama terminará un año en el que todos decían que apostaban por el diálogo social pero que no logró acuerdos por las posturas de máximos que exigió la CEOE en cuanto a rebajar el despido y las cotizaciones empresariales en 5 puntos, mientras que los sindicatos reclamaron mayor protección para los trabajadores y subidas salariales de entre el 1 y el 2%.

Ni la implicación directa del presidente del Gobierno evitó que en julio se diera por finalizada la negociación.

Esta ruptura, de la que Zapatero culpó al presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, hizo que el Gobierno aprobara una de las demandas principales de CCOO y UGT: pagar 420 euros a los parados que hayan agotado su prestación o el subsidio.

En cuanto al diálogo bipartito, entre sindicatos y patronos, que discuten principalmente la negociación colectiva, no ha ido mejor debido a que CCOO y UGT han acusado a la CEOE de bloquear la aplicación de los convenios colectivos de 2009.

En noviembre firmaron un acuerdo para desbloquear la situación y los sindicatos dieron a los empresarios un mes para que todo se resuelva, pero ahora la CEOE ha dicho que no dará tiempo.

Esto no ha evitado que ambos sindicatos hayan convocado una gran manifestación en Madrid para exigir a la patronal que cambie su actitud y para reclamar a las administraciones más ambición en la lucha contra la crisis.