Las FARC degüellan al gobernador colombiano secuestrado
En una alocución al país por radio y televisión, Uribe precisó desde la Casa de Nariño, la sede del Ejecutivo en Bogotá, que los "narcoterroristas" mataron al gobernador cerca del lugar en el que habían incendiado la camioneta en la que huían con él.
El vehículo fue hallado en Alto Brasil, paraje de la zona rural de Florencia, ciudad distante 562 kilómetros de la capital colombiana y en la que los insurgentes secuestraron a Cuéllar el lunes por la noche.
Secuestrado en su domicilio
El secuestro lo cometieron unos rebeldes vestidos de militares que irrumpieron en el domicilio del gobernador y previamente arrojaron una granada contra la puerta de la vivienda y se enfrentaron a los escoltas, tiroteo en el que murió un policía y dos más resultaron heridos.
En un comunicado leído a la prensa en Florencia por el ministro de Defensa, Gabriel Silva, los funcionarios y mandos de las fuerzas de seguridad advirtieron de que los rebeldes habían instalado nueve "cargas explosivas" alrededor del vehículo, cargas que, según la nota, "pudieron ser desactivadas".
El documento fue divulgado tras un consejo de seguridad que reunió en Florencia a Silva, los comandantes de las Fuerzas Militares y el Ejército, los generales Freddy Padilla de León y Óscar González, respectivamente, y los directores de la Policía Nacional, el general Óscar Naranjo, el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, inteligencia estatal), Felipe Muñoz.
El rescate de Cuéllar
Se habían desplazado a primera hora de este miércoles a la capital caqueteña por decisión de Uribe, que les ordenó que intentaran rescatar a Cuéllar y los otros secuestrados por las FARC, entre ellos 24 militares y policías que esta guerrilla retiene con fines de canje por medio millar de insurgentes presos.
A la zona ya habían sido movilizados batallones y comandos de fuerzas especiales del Ejército y la Policía, y era sobrevolada por 10 aeronaves de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) y de la aviación de otras fuerzas.
Todos los "medios técnicos y logísticos disponibles" habían sido puestos al servicio de esta operación de rescate, que se centraba en una de las regiones del país con mayor presencia de las FARC.
Había recompensa por su liberación
Además de estas operaciones, el Gobierno promovía la oferta de 1.000 millones de pesos (casi medio millón de dólares) como recompensa por informes que permitieran el rescate de Cuéllar y la detención de los responsables del secuestro.
En su alocución, Uribe mantuvo esta oferta, que tiene como objetivo particular los mandos de la Columna Móvil "Teófilo Forero", reducto de las FARC al que se ha atribuido el secuestro y asesinato del gobernador, ganadero de 69 años que en cinco ocasiones había sido víctima de secuestro, a manos de la misma guerrilla.
Las primeras cuatro fueron en 1987, 1995, 1997 y 1999, siempre con fines de extorsión, que fueron los mismos por los que la esposa de Cuéllar, Imelda Galindo de Cuéllar, estuvo en poder de los insurgentes en el primer caso de retención.
"Hemos dado instrucciones para que el operativo militar que se emprendió para rescatar al señor Gobernador se mantenga para capturar a los responsables del secuestro y asesinato", dijo Uribe, que dejó entrever su pesar por este desenlace.
"En medio del dolor, con toda la fortaleza, avanzaremos en la derrota del terrorismo, para liberar de esta pesadilla a las nuevas generaciones de colombianos", afirmó el presidente tras invitar a la reflexión a quienes "pretenden darles reconocimiento político a los narcoterroristas de las FARC".