Paco Rabanne, galardonado este jueves con el Premio Nacional de Diseño, es uno de los grandes nombres de la moda y se hizo un hueco entre la elite gracias a su visión innovadora en un sector marcado por la tradición, con la que rompió moldes y abrió camino a las siguientes generaciones.
Su investigación para lograr nuevos tejidos dieron a sus diseños un marcado carácter futurista y fueron la marca distintiva de su larga carrera como diseñador, durante la que ha recibido distinciones como la de Caballero de la Orden Nacional de la Legión de Honor francesa y el grado de Oficial de la Orden de Isabel la Católica.
Nacido en Pasajes (Guipúzcoa), el 18 de febrero de 1934, Francisco Rabaneda Cuervo es hijo de un general andaluz leal a la República, Francisco Rabaneda Postigo, que fue fusilado en Santoña (Cantabria) en 1937, y de madre vasca, que fue militante y miembro de la dirección del PCE.
Cuando tenía cinco años se trasladó con su familia a Francia y en París estudió Arquitectura en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes.
Pronto se introdujo en el mundo de la moda gracias a que su madre había trabajado en el taller del modisto Cristóbal Balenciaga en San Sebastián.
En un principio diseñó accesorios para modistos como Givenchy, Balenciaga o Dior y en 1963, con 26 años, presentó su primera colección de trajes, en la que ya experimentaba con materiales como el plástico, el papel o el aluminio.
A partir de entonces, creó su imperio en el mundo de la moda, que abarca desde la alta costura, la confección y los perfumes hasta los elementos de decoración, bajo su nombre, Paco Rabanne.
Esta marca pasó a pertenecer al grupo español Puig en 1986 pero Rabanne continuó controlando la parte del diseño de moda y en 1991 utilizó en sus nuevas colecciones otros materiales cómo el nácar y el nylon armado.
Una actitud transgresora y nada conformista que le encumbró a lo más alto del Olimpo de la moda.
Siguió innovando hasta el final de su carrera. En 1996, sólo tres años antes de retirarse, abandonó las mallas metálicas para incorporar elementos más ecológicos.
El 5 de julio de 1999 anunció que dejaba la alta costura y cedió la creatividad a sus discípulos, como Rosemary Rodríguez o el estilista estadounidense Patrick Robinson.
Hombre activo y polifacético, además de pintar y esculpir ha colaborado para cine y teatro. Fundó el grupo teatral «Pánico» y ha diseñado vestuarios de películas como «Dos en la carretera» (1967), «Casino Royale» (1967) o «Barbarella» (1968).
Asimismo ha publicado varios libros. En 1970, «Neus» («Desnudas») al que siguieron «Trayectoria de una vida a la otra» (1992), en la que relata sus viajes ancestrales y sus reencarnaciones, y «El fin de los tiempos» (1994), un alegato a favor de la defensa del medioambiente.
Por su trayectoria ha sido homenajeado en numerosas ocasiones. El 1 de enero de 1989 fue distinguido por el presidente de la República de Francia con el título de Caballero de la Orden Nacional de la Legión de Honor.
Por parte de España recibió a finales de noviembre de 1989, en París, la insignia de Oficial de la Orden de Isabel la Católica y el 29 de mayo de 2001, el Rey le hizo entrega de la Medalla de Oro al mérito de las Bellas Artes.
También cuenta con la Medalla de Oro al Mérito Artístico y Cultural de la Universidad Complutense de Madrid (agosto de 1994).
Dentro de su mundo de la moda, cuenta con el Laurel de la Bienal de París (1963), el premio «Belleza-Industria» por el diseño del frasco del perfume «Calandre» (1969) o el «Dedal de Oro» (1990).
Algunas de sus creaciones están expuestas en distintos museos -como el del traje de París, el de Arte Moderno de Nueva York y el Reina Sofía de Madrid- y en 1981 se fundó «La Maison» Paco Rabanne en la que se exhiben parte de sus diseños.