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Putin dice que se avanza en el desbloqueo del suministro de gas hacia Europa

A este encuentro de Berlín sucederá el que el sábado mantendrá Putin en Moscú con su colega ucraniana, Yulia Timoshenko, para tratar de desbloquear el contencioso.

La Comisión Europea (CE) advirtió el viernes de que esa reunión es la "última oportunidad", tanto para Kiev como para Moscú, de demostrar su credibilidad ante sus socios de la UE y aseguró que, si ambos jefes de Gobierno no llegan a un acuerdo, se revisarán las relaciones hacia ambos países.

Putin aspira a lograr la creación de un consorcio internacional que asuma los gastos del denominado "gas técnico", el volumen de suministro que exige Ucrania para reanudar el tráfico, cortado a principios de año y que desde el día 7 ha dejado sin gas a parte de Europa, especialmente los Balcanes.

Los costes de esta operación alcanzarían, según cálculos de Putin, unos 730 millones de dólares (555 millones de euros) para el primer trimestre del 2009.

El primer ministro ruso insistió en que Ucrania es el único responsable de la situación, dijo que ello provoca "enormes pérdidas" en el consorcio ruso Gazprom y acusó a ese país de "robar" el carburante destinado a los Balcanes y Europa occidental.

"Ucrania tiene que separar ambas cuestiones: los suministros a su país y los destinados al mercado europeo", subrayó Putin.

Por su parte, Merkel instó a ambos países a buscar una "vía de tránsito" para restituir el suministro de gas a Europa e hizo hincapié en los graves perjuicios que los cortes están provocando a los países destinatarios, así como en las repercusiones de la situación, en cuanto a imagen, para esos socios comerciales de Moscú y Kiev.

"Urge dar con una solución, encontrar una vía libre que permita la llegada del gas", indicó la canciller, para quien seguir en la situación actual implicará, además, "una enorme pérdida de confianza", especialmente hacia Gazprom.

Ratificó el interés de su Gobierno en la construcción del nuevo gasoducto, que transportará el gas ruso directamente por el Báltico hasta Alemania, pero, advirtió, "no podemos esperar hasta que esté listo y en funcionamiento".

El Gasoducto de Europa del Norte (NEGP), de unos 1.200 kilómetros, enlazará el puerto ruso de Víborg, a las afueras de San Petersburgo, y el alemán de Greifswald, y tendrá ramificaciones hacia Finlandia, Suecia y el enclave ruso de Kaliningrado.

La construcción del gasoducto, que se prevé esté acabado en el 2010 y en funcionamiento un año después, se pactó en el 2005 entre el entonces canciller alemán, Gerhard Schröder, y Putin, quien en ese momento era presidente de Rusia.

Ello disgustó a Ucrania, pues se la dejó al margen de la operación y perderá su condición de país prioritario de tránsito del gas ruso.

El contrato se firmó poco antes de dejar el poder Schröder, quien pasó a formar parte del consejo de vigilancia del consorcio, lo que se interpretó como un "acuerdo entre amigos" con el dirigente ruso.

La visita del viernes de Putin a Alemania tuvo un aire de regreso al pasado, ya que tras su encuentro con Merkel siguió viaje a la ciudad de Dresde, como invitado especial de su Baile de la Ópera.

El ahora primer ministro ruso vivió en esa ciudad del este de Alemania como oficial de los servicios secretos soviéticos, la KGB, desde 1985 hasta un año después de la caída del Muro de Berlín, en 1989.

Putin residió con su familia en uno de los característicos bloques de viviendas prefabricados de la Alemania comunista y perfeccionó su alemán, idioma que domina y que utiliza generalmente para terminar con alguna frase sus conferencias de prensa, como hizo el viernes ante Merkel.

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