Un juzgado en Motril (Granada) mantiene una investigación en curso con el propósito de esclarecer si una vecina de la localidad, que se declaró fallecida en un accidente de tráfico el pasado mayo, ya había perdido la vida previamente y había sido víctima de un asesinato antes del siniestro. En un giro de los acontecimientos, la mujer viajaba en el vehículo con su pareja, quien se quitó la vida horas después del accidente.
Encuentran en Moratalaz los cadáveres de una pareja con signos de violencia
La Guardia Civil, a cargo de la investigación inicial antes de remitirla al juzgado, ha indicado que continúan las pesquisas para determinar los detalles y el momento exacto de la muerte de la mujer de 39 años. La noticia de su fallecimiento se relacionó con el accidente de tráfico que ocurrió el 6 de mayo, cuando viajaba junto a su esposo, Manolo, un agente de la Guardia Civil que resultó ileso en el choque, pero se suicidó poco después.
Los primeros informes indican que el accidente ocurrió cuando el hombre intentó evitar un obstáculo en la carretera, maniobró bruscamente, lo que provocó que el vehículo saliera de la vía y cayera por un desnivel de aproximadamente tres metros.
La inesperada muerte de Encarni y Manolo, con un intervalo de apenas doce horas, dejó a la comunidad en un estado de conmoción. Además, la pareja dejaba atrás a dos hijas menores de once y doce años.
Fuentes de la Guardia Civil han confirmado que, siguiendo los protocolos aplicados en los casos de víctimas de accidentes de tráfico, se realizó una autopsia a la mujer para determinar si las lesiones eran consistentes con un accidente o de otro origen.
Según una información, la mujer habría fallecido debido a asfixia mecánica por estrangulamiento, antes de que el vehículo, donde fue encontrada sin vida junto a su esposo, sufriera el accidente.