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Patricia Rato se siente realizada como entrevistadora y debuta con Ponce

Cuando la cuenta atrás para la vuelta al cole ya ha comenzado Patricia Rato se estrena como entrevistadora en la revista Telva, y lo hace ni más ni menos que con Enrique Ponce.

Hace meses que sonaron campanas sobre la nueva proyección profesional que tendría la ex de Espartaco, ahora todos esos proyectos empiezan a tomar forma.

Patricia ha debutado con el maestro valenciano, y no es de extrañar si tenemos en cuenta la gran amistad de Rato con la pareja Ponce-Cuevas, no en vano estuvo más de veinte casada con Juan Antonio Ruíz Espartaco y su vinculación al mundo del toro se remonta a su adolescencia.

Patricia conoce bien a los toreros, como sienten, como viven, como piensan, en definitiva todo lo que les rodea. Será por eso que ha sabido exprimir bien la entrevista a Enrique Ponce, tal vez el valenciano se haya sentido más cómodo con su amiga Patricia a quien conoce desde hace décadas. Ponce se ha expresado más abiertamente que en otras ocasiones, sus palabras delatan que se sentía como en casa desde el Palau de la Generalitat donde se ha realizado el reportaje estrella de la mencionada publicación mensual.

A lo largo de cuatro páginas Ponce repasa su más tierna infancia cuando siendo un mocoso ya sintió la llamada del toro y su abuelo Leandro actuó como su cómplice y mentor, recuerda las pericias que hacía para colarse en la plaza de la mano de sus abuelos porque era un mico que terminó ganándose las delicias del portero de la plaza. A él le prometió la primera oreja que cortase, y casualidades de la vida que en su primera becerrada en Valencia, con tan solo diez años, ya pudo cumplir su promesa.

Ponce habla con pasión de su sentimiento hacia la profesión que tantas alegrías le ha dado, pero que también le ha supuesto una presión permanente porque sabe lo que se juega cuando sale a la plaza. Será por eso también que el torero ya piensa en lo que hará cuando llegue el momento de la retirada: "Mi mujer, mi hija Palomita y el bebé que está por llegar, mi familia, mis amigos, el campo... cuando me retire quiero disfrutar de todo eso en paz, si ese dolor que a veces me comprime el pecho".  

Para su mujer, Paloma Cuevas con quien comparte su vida desde hace veinte años no tiene más que constantes declaraciones de amor: "Paloma es todo para mi. Tiene un mérito tremendo. Ha vivido todo desde mi mano, lo malo y lo bueno (...) Si tuviera que sacrificar mi profesión, que era lo que yo más quería, por ella, lo haría sin dudarlo. Daría todo por ella".

Me consta que Patricia está encantada con el resultado de esta entrevista, ella no oculta que está muy  ilusionada y con muchas ganas de retomar con fuerza su nueva faceta laboral. Este ha sido un verano mucho más llevadero que el anterior, sus vacaciones han transcurrido entre Palma de Mallorca, Asturias y ahora Sotogrande donde finalizará los días que quedan de agosto junto a sus hijas y el pequeño Juan. Para este fin de semana preparaba una gran fiesta para los hijos de sus amigas y otros vecinitos de la localidad gaditana, ni más ni menos que ochenta pequeñazos haciendo de las suyas...

Ya se han cumplido casi dos años desde que Patricia y Espartaco pusieran punto y final a su matrimonio, atrás quedan las diferencias que como es lógico mantuvieron al principio, incluido el duro comunicado del torero en el que exponía que la ruptura con su mujer se remontaba a cinco años atrás. Se habló  incluso de terceras personas y se le puso nombre y apellidos a un par de amigas del maestro, sin embargo, el paso del tiempo ayuda a que reposen tanto las buenas como las malas experiencias, y ahora todo pinta muy distinto para Patricia que ve la vida de otro color, ya no es rosa, puede que de un color más realista.


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Mabel Redondo

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