Herman Tertsch, el "beodo de barra de bar"
Por si alguien no sabía todavía para qué sirve Twitter a los periodistas, por fin ha quedado claro que para que todos se pongan a parir. Hasta ahora lo normal era criticar el vestido o peinado de una famosa, o para llamarla directamente "guarra" o "contrahecha", o poner a caldo a otro listillo, ya fuera televisivo o político, o las dos cosas a la vez por haber dicho o hecho algo considerado deleznable por el usuario ofendido.
Ahora, los periodistas, al margen de que su derecho de opinión les hubiera hecho caer alguna vez en la tentación de meterse con toda esa fauna, han optado por criticar a los propios compañeros de profesión, y ya no sólo, como solía ocurrir hasta la fecha, por ser "fachas" o "rojazos". O quizás sea precisamente por eso.
Los de 13 TV se llevan la palma en esta cuestión. Y es que no sólo insultan en pantalla sino que cuando salen del plató, o incluso mientras están en el mismo, se ponen a hacer lo propio en Twitter. Como si, al estilo de los polis de tráfico o municipales, les dieran una gratificación por multa que ponen.
Hermann Tersch lo hizo tras compartir tiempo en La marimorena con Elisa Beni, tuiteando "no sabe nada. Dormía con un juez y por eso da clases de derecho en la tele. Cuando se ligue a un forense nos abre en canal". La periodista, que contrajo matrimonio con el juez de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, del que se separó a finales del pasado año, le respondió de inmediato afirmando que "Hermann es el tío al que cuando le preguntas a la cara si puede insultarte en directo o sigue haciéndolo a escondidas...baja la vista y calla".
Así estaban, y así podrían haberse pasado toda la noche, porque Tertsch contestó "a ver si nos enteramos que yo no hablo contigo porque no hablo con gentuza que aplaude los acosos contra mí", de no haber mediado en el conflicto Máximo Pradera, que debía estar aburriéndose, y mucho, a esas horas.
Para echar más leña al fuego, o quizás para avivar este, cargó contra su colega asegurándole a Elisa Beni que "Tertsch es un beodo de barra de bar. ¿Quieres que le eche por encima un balde de agua?", a lo que el aludido respondía "el pobre patán @maxpradera sabe que las últimas copas las debí tomar con su padre. Mientras lamentaba la vergüenza de hijo payaso que tenía".
Beodo, gentuza, payaso... Ya se sabe que son periodistas letrados e ilustres, unos más que otros, y tampoco es cuestión de pasar a insultos más soeces. Lo que está claro es que para todos ellos esto del Twitter es un auténtico chollo. Le pueden llamar cualquier cosa a otro sin temor a que en ese momento les partan la cara. Al menos, de momento.