Hubo una época reciente en la que algunos dirigentes políticos a pocos días antes de las elecciones, como el secesionista convergente señor Más, utilizaban la luz y los taquígrafos de los notarios para representar y dibujar los cordones sanitarios. Siempre contra el mismo partido, el Partido Popular, con el único objetivo de jurar y perjurar que no gobernaría ni se acercaría a una mínima distancia de los populares. Como si estos tuvieran la lepra, olvidándose Artur Más de los servicios prestados tiempos atrás por parte de los populares a Jordi Pujol para que este siguiese gobernando, a petición del propio Pujol, el propio Más y compañía convergente.
Otros partidos políticos como el PSOE, han pasado de los notarios a la filtración a su periódico de cabecera para con grandes titulares de la portada. Se recuerda a todos los españoles que el PSOE con los únicos que no pactará será ni con el PP ni con Bildu, colocando sibilinamente a víctimas y a verdugos en el mismo saco de los que detestan los socialistas como socios de gobierno. A veces las mezquindades de los socialistas en los titulares y en las lecciones políticas no tienen desperdicio. Que le vamos a hacer, son como son.
Y en esta campaña autonómica y municipal también hemos visto otra faceta de los socialistas en este caso en la región de Murcia donde a modo de botellón entre «coleguis» y a toque de corneta de los socialistas, se unieron todos los partidos políticos para ir preparando el cordón sanitario político contra los populares murcianos en un vergonzoso pacto antes de la campaña electoral con el único objetivo de echar del poder al Partido Popular.
En cambio en Andalucía, a la señora Díaz no le importa eso de romper con el cordón sanitario que han impuesto sobre el papel sus compañeros dirigentes desde la calle Ferraz, ya que con tal de conseguir la presidencia de la Junta le vale cualquier partido, y por eso a la señora Díaz le da lo mismo hacer un cortejo de pavoneo para que la den los votos que necesita delante de los de Podemos, que de los de Ciudadanos, y finalmente incluido hasta el Partido Popular.
La cuestión es que ha perdido los papeles y los nervios, y acusa al Partido Popular y a Mariano Rajoy de ser quien lidera a toda la oposición andaluza para bloquear su candidatura a la presidencia. Lo más cómico de esta situación es que lo repite a los cuatro vientos diciendo que los andaluces la han votado mayoritariamente a ella y a los socialistas de esa región y que se debe respetar esa decisión.
Cuando los socialistas ganan sin mayoría absoluta tienen que gobernar, y cuando los socialistas pierden también tienen que gobernar
La pregunta que nos hacemos todos es si la señora Díaz es muy ingenua, o se hace la tonta, o tiene muy poca memoria histórica reciente, porque ¿dónde estaba la actual presidenta de la actual Junta de Andalucía cuando Javier Arenas y el Partido Popular ganaron las elecciones andaluzas, con más escaños por cierto que los que ha obtenido la señora Díaz?. La respuesta es sencilla, estaba preparando el cordón sanitario junto a los comunistas de Izquierda Unida para evitar que Arenas presidiera la Junta. En resumen, cuando los socialistas ganan sin mayoría absoluta tienen que gobernar, y cuando los socialistas pierden también tienen que gobernar, según los mandamientos socialistas de la señora Susana Díaz.
Está claro que estas elecciones municipales y autonómicas están circunscritas a una clave nacional electoral como nunca la habíamos conocido en nuestra actual democracia en comicios municipales y regionales, y por eso todos los partidos que van por detrás del PP afilan las bayonetas con la intención de despojar de poder territorial a los populares antes de intentar desalojar de la Moncloa a Mariano Rajoy.
Lo que dicen las últimas encuestas es que el Partido Popular seguirá ganando las próximas elecciones en este país, a pesar de los cordones sanitarios y las estrategias izquierdistas… Por algo será.
Carlos Iturgaiz