viernes, mayo 3, 2024
- Publicidad -

Un hombre solo

No te pierdas...

Como quien busca el bastón y no lo encuentra. Como el que anhela amigos entre la banda del patio. El discurso de Ignacio González era una bandera de paz que decía “dejad que los niños se acerquen a mí”. Inocente, entusiasmado, bueno, sincero y hasta cristiano. Un excelente trabajo de quien se lo haya redactado que lo único que ha conseguido es dibujar en una hora de palabrería a un personaje que cuesta creer.

Ignacio González ha asegurado que le va a decir la verdad a los ciudadanos. O pretende hacer borrón y cuenta nueva, o empieza mal. Promete verdad quien no es capaz de ponerse frente a una comisión de investigación para explicar un turbio asunto relacionado con el ático que tiene alquilado. Un piso del que no se sabe si hubo blanqueo de capitales en su compra, a quién ha pagado el alquiler durante todos estos años, ni quién es el propietario. Y a él parece que le da igual no aclararlo. Parece que le da igual lo que piensen los ciudadanos. Y viene prometiendo verdad cuando oposición, ciudadanos y medios llevan pidiéndole claridad desde el año 2008. Y por no aclarar, jamás se ha atrevido a mostrar su declaración de bienes patrimonial porque eso forma parte de su vida privada.

Pues si promete verdad, que empiece, que es la mejor iniciativa que se le ha escuchado en los últimos tiempos. Que cuente la verdad sobre ese piso, que cuente la verdad sobre las negociaciones mantenidas con los representantes de Las Vegas Sands, que cuente la verdad de por qué Alcorcón y que cuente la verdad de lo que sepa del espionaje dentro de Madrid. Que el morbo es el deporte nacional de España y que los españoles van a querer oír eso antes que sus políticas económicas. Mientras ‘Sálvame’ supere en audiencia a los telediarios, que no se preocupe, que tendrá oídos dispuestos a escucharlo.

Sin embargo, Rajoy ya se conoce toda la historia y no tiene pinta de fiarse. En principio parece que ya ha pedido credenciales al Ministerio de Interior para asegurarse que a González no se le va a caer encima el techo de cristal. Y aunque Interior teja y maneja, la aparición de Cospedal fue un largo “so” a que por el momento ni hablar de que González consiga a la presidencia del PP de Madrid.

Soledad por arriba, soledad por su izquierda (lugar que ocupaba a su lado la expresidenta en la Asamblea) y soledad por los ‘medios’. Aunque el día fuera de González, sin calcetines y como buena ‘showman’, Aguirre ha aparecido conduciendo un coche con el exvicepresidente de copiloto y con quien quería hablar la prensa era con ella y no con el protagonista del día. González se ha visto de repente fuera de la nube de micrófonos y cámaras que rodeaba a su antecesora y ha tenido que ser indicado por su jefa de prensa de por dónde volverse a meter entre los periodistas y junto a la expresidenta. Ni Edward Hopper hubiera dibujado mejor la soledad del presidente.

 

Editorial Estrella

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -