La Eurocopa está en juego y España tiene muchas posibilidades de ganarla. Pero no es a eso a lo que yo quería referirme. España está siendo atacada por tierra, mar y aire y no nos tenemos que dejar. Los fundamentales de la economía española no se corresponden con el ataque en toda regla que está sufriendo nuestra deuda y la bolsa. Ayer tuvimos que pagar intereses indecentes. Nos están estrangulando. Por ello deberíamos hacer piña, todos, a favor de nuestro país. Eso no quiere decir que tengamos que estar a favor al cien por ciento con todo lo que hace y dice el gobierno. Pero ya está bien. Los españoles hemos hecho muchos sacrificios en estos últimos meses y nos piden más. Se requiere algo más de pedagogía, seguro. En todo caso, falta una profunda reforma de la Administración y de la clase política. Y, por qué no, un debate sobre nuestro modelo de Estado. No lo podemos pagar tal y como está.
Sin embargo, hoy se necesita unidad frente al ataque brutal a nuestra deuda y a nuestro sistema financiero. En esa tarea se ha embarcado ya con buen criterio la primera empresa de este país. Telefónica se ha puesto a la tarea y otros grandes empresarios de este país con ella. Claro, que los españoles tenemos que cambiar y ser conscientes de que difícilmente vamos a recuperar las tasas de bienestar de que disfrutábamos hace unos años. Y que ha de ser por convicción. Ahora, también hay que ver que lo hacen los políticos y los «banqueros» que han jugado al monopoly con el dinero público y de muchos millones de ciudadanos que han confiado en ellos.
Las instituciones tienen que dar ejemplo y ponerse al frente de la manifestación. El ataque es desproporcionado, pero no podemos parapetarnos en ello para no seguir reformando este país de arriba a abajo. Del primero al último hemos de ser cuidadosos con el dinero y el esfuerzo de la mayoría.
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Carmen Tomás