La Unión Europea ha «rescatado» a Grecia de las garras de los especuladores, pero los mercados no terminan de fiarse de manera que aunque en Italia y España hemos respirado más tranquilos tampoco podemos dar por librada la batalla.
Verán en mi opinión*n a los dirigentes de la UE les falta firmeza y decisión para empezar a poner coto a los especuladores. Nadie cuestiona a estas alturas la economía de mercado pero para que funcione tiene que haber reglas de juego que no dejen a los ciudadanos al albur de los mercados.
No diré que cualquier tiempo pasado fue mejor pero es evidente que los actuales dirigentes europeos y de la Unión poco tienen que ver con Kohl, Delors, González, etc. Es más cada día que pasa es más vidente que estamos más lejos la unidad política en Europa y que los estados miembros son cada vez más nacionalistas y menos europeístas.
Hay una crisis de credibilidad en la UE, y los ciudadanos cada vez se muestran, nos mostramos, más escépticos sobre el futuro de la Unión Europea.
En esta crisis es evidente que la UE no ha estado a la altura de las circunstancias y que los líderes europeos han estado más pendientes de sus problemas de casa que del conjunto de la Unión. Ahora nos dicen que Es necesario que los países de la UE tengan una política fiscal común, pero dejan de lado la unión política, de eso ya no se habla. Desde luego nadie se imagina al presidente Sarkozy o a la señora Merkel cediendo soberanía política. Tampoco los partidos de oposición en Europa están siendo capaces de articular un nuevo discurso europeísta.
Vivimos una profunda crisis económica, una crisis de ideas, una crisis de valores, una crisis tan total que vamos a la deriva sin saber adónde. Como las cosas continúen así de la UE solo va a quedar el nombre y la burocracia porque cada día que pasa estamos más lejos de aquella idea de la Unión Europea que todos soñamos hasta antes de ayer.
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Julia Navarro